sábado, 31 de diciembre de 2016

EL PRECIO DE LA FELICIDAD

Finales de diciembre, hace un frío desaforado, agresivo. Lo estoy notando en mis carnes y en las de los demás viandantes. Normalmente suelo distinguirme de ellos: yo voy tiritando cuando la inmensa mayoría pasa tan a gusto.

El frío, estoy observando este invierno, me produce ganas urgentes de orinar. Hoy  ya  me puedo apenas contener; pero estoy en la calle, entre gente, donde no está bien visto arrimarse a un poste o un árbol y evacuar. Entonces me meto en una cafetería, rápido, hasta el fondo, donde suelen estar los evacuatorios. Pero no abre la puerta. Es “Sólo para clientes”. Así que pido en el mostrador un café y la llave del aseo. En seguida estoy desaguando: qué gloria, qué felicidad por el precio de un euro treinta y cinco. Pero colega, qué gran negocio también.

lunes, 12 de diciembre de 2016

RECITAR, DECLAMAR

         ¿El poeta compone un poema para ser leído, o para ser oído? ¿O para las dos cosas?
         ¿El poema es una obra oral? ¿O es una obra gráfica? ¿O es necesariamente oral y gráfica?
        Se me han ocurrido estas preguntas con ocasión de recitar unos poemas en público. Por “recitar” quiero decir leer en voz alta, aunque “recitar” en la definición de la Real Academia de la Lengua sea “decir de memoria un poema o trozo de prosa artístico”. No en vano, “recitar” viene del latín “recitare”, en castellano “rezar, según el diccionario de María Moliner.
Por otra parte está el verbo “declamar”, del latín “declamare”, que se refiere a “recitar la prosa o el verso con la entonación, los ademanes y el gesto convenientes”, según el diccionario de la Real Academia. Muy clara está la explicación, pero queda muy lejos de estarlo la aplicación, como a menudo nos revela la práctica. Fácilmente se cae en una ampulosidad  más propia de la lectura de la prosa que de la recitación del verso.

Otro enemigo peligroso acecha también a éste, y  es que las exigencias comerciales no se andan con miramientos. Los poemarios se impone presentarlos a un auditorio, tienen que ser leídos selectivamente en alta voz: y es entonces cuando la poesía actual, abrumadoramente amétrica, sufre maltrato. Carente de pautas melódicas, sus alambicados matices formales y metafóricos pasan de largo. Sólo una minoría de entendidos es capaz de escuchar apreciativamente, mientras los demás atienden con más cortesía y vergonzante perplejidad que lírico disfrute. 

sábado, 26 de noviembre de 2016

PADRES HIJOS

Tengo delante un retrato de mis padres. Durante años y años, décadas, he pasado junto a él, parándome alguna vez a contemplarlo. Ahí están los rostros de mi padre y de mi madre, en plenitud vital, como yo no los recuerdo en vida. Mi sensación ha sido siempre de orgullo, de contento, por posesión de un bien querido que desafía el inexorable deterioro del tiempo.
          Nunca cambié de sitio o toqué siquiera el retrato de mis padres. Ha sido siempre una imagen tan respetada y querida, que tocarla era de alguna manera rebajarla.
          El retrato, aunque enmarcado, pesa poco, y su misma levedad me produce ahora emoción, también nuevas sensaciones: serenidad en los grandes ojos de mi madre, agudeza en los de mi padre.
            Un sobrino mío quiere una copia del retrato de sus abuelos, razón por la que lo he retirado de su sitio. Lo meto a continuación en una bolsa, aunque al instante lo estoy de nuevo contemplando, movido por un fuerte impulso. Qué jóvenes eran mis padres entonces. Menos de la mitad de los años que yo tengo ahora tenían. Cuánto les quedaba por sufrir y aprender. Qué desamparados los he visto. Padre de mis padres me he sentido.

viernes, 11 de noviembre de 2016

TRUMP



Su nombre suena a “trampa”, y en su ideario me parece que hay por lo menos una trampa.
Trump “vende” medidas muy concretas más que ideas.
Durante muchos días las fue soltando,  dando alimento a los medios de comunicación internacionales. Casi todas han sido chocantes, impactantes, con infalible efecto publicitario. Y logró así motivar, ya en pro, ya en contra, tanto a gente sencilla como a personas de sólida cultura y, por supuesto, a los profesionales de los medios de comunicación.
Personalmente, yo he escuchado más bien poco a Trump, y siempre con desapego. Tampoco mucho a Hillary Clinton. Confundiendo la realidad con los deseos, siempre creí que ésta ganaría y que Trump terminaría desinflado y vencido.
Pero no he podido permanecer del todo ajeno a la enconada competición, de modo que uno de estos días pasados frente a un informativo de la televisión, oí, creí oír a Trump encomiar y prometer el American dream.
¿Quién no sabe lo que es el  American dream, el “sueño americano”, o la plena igualdad de oportunidades, la posibilidad de que todo hombre o mujer pueda llevar a cabo la empresa que le ilusiona? El “sueño americano”, o la igualdad de oportunidades, una sociedad sin privilegios ni taras para la iniciativa individual.

Oyendo a Trump, sin embargo, me pareció que daba su vuelta de tuerca particular a aquel ideal. No subrayaba tanto la sociedad en su conjunto, como el que usted, cualquiera, todo el que se ha quedado en la cuneta, que ha perdido el tren, que ha fracasado, va a poder rehacerse ahora y alcanzar el sueño frustrado. Qué prodigiosos regalos de un Papá Noel anticipado.

lunes, 31 de octubre de 2016

COW-BOY SANCHEZ

Pedro Sánchez ha declarado que va a coger su coche y recorrer “todos los rincones de España … para escuchar a todos los que no han sido escuchados”.
En las películas del Oeste es frecuente encontrarse con la figura del cow-boy solitario que coge su caballo para llegar hasta donde hacen de las suyas los sin ley y meterlos en cintura.
También el hidalgo don Quijote de la Mancha monta en su caballo y se echa a los caminos para desfacer entuertos.
En paralelo con ambas misiones, no a caballo, sino en coche, Sánchez va a emprender “la reconstrucción” del PSOE. Generosa labor.

sábado, 29 de octubre de 2016

REBÁLIDA CON BE

He oído que este título eral lema de una pancarta de reciente protesta contra la imposición de la Reválida.
Quien con tal falta de ortografía se manifiesta parece que está más bien desacreditando su propia protesta.
Hay frecuentes quejas de que los alumnos no aprenden ortografía en los centros de enseñanza.
La lengua española presenta en la escritura el problema de las letras que se pronuncian igual, como los pares g/j o b/v.
Conocer las reglas de ortografía ayuda mucho, pero no lo cubren todo.
El leer mucho es una buena vacuna contra las faltas de ortografía.
¿Pero leen mucho nuestros escolares? ¿O más bien estudian y memorizan textos con vistas a los exámenes?
¿Se cultiva de verdad el ejercicio de comprensión y expresión de un texto?
Me temo que seguimos anclados en el inefable “análisis sintáctico”.

jueves, 20 de octubre de 2016

ACOSO TELEFÓNICO

Suena el teléfono y lo descuelgo.
-Diga.
-¿Es usted don José Siles?
-¿Qué desea?
-¿Pero es usted don José?
-¿Y usted quién es?
-Pues yo soy Ramiro, don José, del Centro de Atención Otológica.
-No, gracias, lo siento, no estoy interesado.

Y cuelgo, sintiéndome vejado y acosado.

viernes, 7 de octubre de 2016

JUAN MANUEL SANTOS,

el Presidente de Colombia, ha recibido hoy el premio Nobel de la Paz y, con dicho motivo, dirigiéndose a las víctimas de las FARC, les ha dicho: “Este premio es de ustedes”. Magnánimo gesto, admirable. Y la frase, dicho sea de paso, destila un interesante matiz de tratamiento. En Colombia se ve que el “usted” sigue fuerte, arraigado. En español peninsular, por lo menos a mí, me habría sonado más usual el tuteo en este caso. O sea: “Este premio es de vosotros”, o "Este premio es vuestro",

miércoles, 5 de octubre de 2016

UN MARINERO EN EL MANZANARES (4)

Las tardes estaban cerrados los negociados del Ministerio y los marineros quedábamos reintegrados a la vida puramente cuartelera. Un día nos daban una charla de higiene, otro hacíamos ejercicios físicos, un ensayo contra incendios, etc. Yo, y otros muchos según pude observar, realizábamos aquellos deberes con desgana, con la renuencia que provocan las obligaciones impuestas. A las siete, por fin, sonaba el brioso toque de corneta que avisaba para la cena, y después de ésta, correctamente uniformados, se nos permitían unas horas de paseo.
Día a día, aquella vida tan regimentada, tan ajena a todo estímulo intelectual, empezó seguramente a ensombrecer mi estado de ánimo. Hasta que a las siete de la tarde, si mal no recuerdo, sonaba la corneta, que con brioso acento, anunciaba la hora de cenar.
Después de la cena, correctamente uniformados, se nos permitían unas horas de paseo. Pronto hice algunos amigos, estudiantes como yo, con los que me juntaba en las horas de asueto.Pero aquel régimen tan estricto, rígido e insoslayable me fue poco a poco acongojando, si bien hice de tripas corazón. Hasta que empecé a sentir dolor de garganta, seguido de fiebre. Me fui a la enfermería y el capitán médico me mandó al hospital militar para ser operado de anginas.
Creo que estuve internado en el susodicho hospital tres  semanas largas, y allí me repuse física y síquicamente. Olvidé el opresivo ambiente del cuartel, tomé comida sabrosa -la del Ministerio era detestable- me relajé y leí. La noche que volví a meterme en mi litera del cuartel, me noté fortalecido frente a la estricta rutina de la vida militar, que seguramente me había estado afectando.



       1951
         


En algún apartado de mi expediente militar, debía constar que había iniciado una carrera universitaria, y posiblemente eso me valió para que no me encomendaran guardias o trabajos físicos.
Un buen día, como a otros marineros con más o menos estudios, me asignaron  la ocupación de “ordenanza”, adscrito a uno de los grandes departamentos del Ministerio, donde mi misión era llevar y traer  papeles de un despacho a otro despacho y, para variar, me encomendaban café y cigarrillos del bar.
 Debo decir ya que durante el curso académico 1949-1950, yo había residido en Granada,  cursando el primer año de la licenciatura de ciencias químicas. Mi paso por la Universidad de Granada, con dos asignaturas suspensas, no fue precisamente brillante, si bien en aquellos meses pude darme cuenta de que me había equivocado de carrera, que no me entusiasmaba la química, ni la física, ni las matemáticas. En definitiva, que llegar a ser un científico había dejado de ilusionarme. Lo mío, ya lo veía bastante claro, eran las humanidades, aunque no tenía todavía una predilección concreta. Dejaría las ciencias y me matricularía en la Facultad de Filosofía y Letras, pero había un gran problema: yo no tenía un real, mi familia vivía muy precariamente: sobrevivir lo lograban con grandes apuros. En Granada había vivido de una media beca de comedor y de unas horas de clases particulares que di; y había pasado hambre y frío. Lo había pasado mal, hasta el punto de que viendo aproximarse la fecha de mi reclutamiento, decidí acogerme a la posibilidad de contar con un techo y mantenimiento castrenses durante dos años, y después ya veríamos. De haber contado con medios económicos, qué duda cabe que habría solicitado la prórroga que normalmente se concedía a los estudiantes; o mejor todavía, me habría acogido a la posibilidad de hacer el servicio militar durante los veranos en las Milicias Universitarias.
En mis planes figuraba también el ser destinado a Madrid, al Ministerio de Marina. En Madrid, obviamente, tendría más posibilidades de abrirme paso que en la mayoría de las ciudades. Mi preferencia no era descabellada si se contaba con alguna “influencia”, palabra por entonces muy usada. Y yo hice uso de dos. Una, la del Comandante Jefe del Cuartel de Instrucción de Cartagena, Verdugo de apellido –no se me puede olvidar- al que expuse mi  pretensión, en amable entrevista que me concedió. También escribí a un ilustre jefe de la Marina, don Alfredo Saralegui, el fundador del Instituto Social de la Marina,  del que mi padre había sido colaborador. De él hablo un poco más adelante.
Instalado ya en el Ministerio, las mañanas se me hacían interminables. La mayor parte del tiempo la pasaba sentado en un banco de pasillo, a ratos charlando con Tomás y con Juncal, otro ordenanza funcionario, pero dependiente de un negociado contiguo. Los dos vestían uniforme y eran maestros en cuadrarse cuando pasaba por allí algún oficial. Juncal se leía el diario deportivo de cabo a rabo, y a veces daba cortos paseíllos. Tomás era más comunicativo y, desde el principio, asumió respecto a mí una relación protectora.

viernes, 16 de septiembre de 2016

¡A VER SI LO REPETIMOS!

Llevamos cruzándonos en un paseo matutino de vacación veraniega, como siete u ocho años, y desde los primeros días nos saludamos e intercambiamos corteses, discretos diálogos más o menos circunstanciales.
Desde el principio él apareció con paso lento de convaleciente, tenaz y fiel a su diario ejercicio. Seguro que notaba benéficas compensaciones, aunque no fueran muy aparentes. No podría decir, la verdad, si su paso mejoraba.
Esta vacación, al final de la primera semana, lo eché en falta.
Pero reapareció por fin y, aunque su paso lleva ya plomo, se ha hecho el trayecto de punta a punta; como siempre; todos los días.
Se echó encima el final de agosto y en el diario cruce me dijo:
-Pasado mañana nos vamos-habla muy bajito y con cierta dificultad. Y añadió:
-¡A ver si lo repetimos!
-¡Eso, eso! ¡Seguro que sí!-exclamé jovialmente.
Y seguí mi paseo, pero un tanto taciturno. Porque -¡demonios!-mi paso no es el que era.

lunes, 12 de septiembre de 2016

¡VIVA LA ALEGRÍA!

            No hace mucho, quizá tres o cuatro semanas, sintonicé la radio, a mi hora habitual. Y pude escuchar la entrevista que se hacía a un cantaor flamenco. Me interesó, contaba vivencias sabrosas y hacía observaciones agudas. Pero no recuerdo su nombre, lo siento. Pues bien, el caso es que llegado un momento, el artista destacó el gran talento que tenía su abuela para el cante, y relató una ocasión que tenía grabada en la memoria desde su infancia. Estaba toda la familia comiendo, todos en silencio y como sumidos en una gran congoja, sin motivo real al parecer, hasta que la abuela protestó:
-Bueno, ¿pero esto que es? ¡Esto parece un velatorio! ¡Pues ahora vais a ver lo que es bueno!
            “Y mi abuela se puso a cantar-añadió el entrevistado –con tanto arte y tanto sentimiento, que a los dos minutos, a los dos minutos, estábamos todos llorando”. Y ese llanto se ve que él lo consideraba una gran alegría.            

sábado, 13 de agosto de 2016

DE MÉDICOS

-Entonces, don Gramático, ha estado usted de médicos últimamente.
-Sí, y por fin me han dado un descanso.
-Son tenaces.
-Te buscan por aquí, te buscan por allá…
-¡Y terminan por encontrarte algo!
-Seguro.
-Lo mejor es contar con un médico que te conozca bien.
-Aunque no sobra, ¿sabe qué?
-¿Cuál?
-¡Conocer bien al médico!

viernes, 12 de agosto de 2016

EL HUMOR DE RAJOY

En la última entrevista Mariano Rajoy, Albert Rivera, el segundo luce corbata, el primero no.
Raro, ¿verdad?
Parece como si Rajoy quisiera competir con su interlocutor en lozanía de formas y hasta de ideas.
Pinta a broma, a ultra fino sentido del humor galaico.
Muy pícaramente el pontevedrés intuyó que el catalán se presentaría encorbatado, y acertó.
La zancadilla le salió bordada.

sábado, 23 de julio de 2016

INTERNET

Declaro que soy un usuario asiduo de Internet, tanto para buscar información como para resolver y gestionar asuntos de manera rápida, inmediata.
Considero Internet como un medio de comunicación sin limitaciones de distancia y tiempo. No importa dónde se esté, el contacto es inmediato, es presente, aquí y ahora: y simultáneamente, allí y ahora.
“Aquí” y “allí” se fusionan y comparten un mismo “ahora”.
Personalmente, siento que en la Red me sitúo fuera del espacio y el tiempo que siempre ha conformado la existencia del hombre, como navegando en otra galaxia.Y tal salto me produce una especie de vértigo, la verdad.

Ya es evidente que Internet ha venido para quedarse y poner todo patas arriba. Otros inventos anteriores cambiaron el rumbo del ser humano, ¿pero no fue siempre dentro de las coordenadas espacio-tiempo?

viernes, 8 de julio de 2016

MAX AUB

El laberinto mágico son seis novelas conjuntadas, de Max Aub. Tratan de la Guerra Civil y he visto estos días una selección de fragmentos suyos en el teatro Valle-Inclán de Madrid. Dos horas de espectáculo seguido que fue interesante desde el principio hasta el fin. Yo vibré con ecos de aquellos años, gritos de lucha, de justicia y de libertad que escuché en mis primeros años de infancia. En los textos de Max Aub están grabados aquellos acentos, unas veces heroicos, otras patéticos. Qué impotencia la de aquellos ciudadanos, aquellos izquierdistas, más pertrechados de coraje y pasión que de medios para triunfar. Se lanzan a combatir por los sueños de liberación e igualdad, pero progresivamente van comprendiendo que el enemigo es más poderoso, que la revolución está condenada a la derrota. Ingenuidad, bravura, resignación y hasta sarcasmo son matices que magistralmente van mostrando los actores. Y qué soberbios algunos de sus monólogos,  punteando una acción siempre trepidante, concentrada  en acontecimientos bélicos decisivos representados por unos cuantos personajes. Estremecedora la alegre, la  juvenil declaración de varios de ellos, anticipándonos la fecha y ocasión  en que habrían de caer. Toda una cascada arrolladora de recursos escénicos, tan elocuentes como diestramente urdidos por el director de la obra, Ernesto Caballero, mientras que la selección literaria de José Ramón Fernández logra un triunfo que incita a conocer más a Max Aub, un autor del exilio y la marginación, que aquí recibe un inestimable espaldarazo.

domingo, 19 de junio de 2016

FRUSTRACIÓN

La verdad es en ocasiones desoladora. Desde nuestros asientos yo no captaba nítidamente los rótulos en español; me llevaba tiempo; tanto que se sucedían antes de enterarme bien. En cuanto al sonido, me llegaba tan debilitado a nuestra fila, que me perdía bastante. Gente más joven en la misma posición, noté, era receptiva a ocurrencias y dichos que se me escapaban. Irritante (y vergonzante) deterioro de los sentidos con la edad: unas seis u ocho filas más adelante habría gozado plenamente del espectáculo. ¿Llegué a enterarme de un 30%? No estoy seguro. Era la célebre adaptación dramática del poema épico Mahabharata, debida a Peter Brook,

jueves, 9 de junio de 2016

MANOS DE SANTO

-Hay medicinas que anulan grandes dolencias.
-Pero las hay que al mismo tiempo originan complicaciones.
-Las cuales se pueden combatir con otras medicinas.
-Y así sucesivamente...
-Y en caso de malestar ... 
-"Consulte a su médico"...
-Exacto, es la pescadilla que se muerde la cola...

miércoles, 25 de mayo de 2016

LIBERADO

Vendas, una muñequera, un frasco de linimento, aspirinas, unas vitaminas, un antibiótico, pomadas varias, bicarbonato, un laxante, un jarabe y bastantes potingues más. El armario se ha ido llenando a lo largo de los años y yo he convivido con sus existencias como lo más natural. Hasta que hace un mes o así, empezó a agobiarme y a resultarme antipático. Y por fin esta mañana he despejado totalmente el armarito y desechado todo su contenido. Un sentimiento de rebeldía me impulsaba. Me siento liberado.


miércoles, 11 de mayo de 2016

PABLO IGLESIAS

Con él ha llegado a la política española un personaje de catadura claramente diferenciada de  todos los otros líderes políticos actuales. Empezando por la cabellera, recogida en una coletilla. Hay melenudos entre nuestros hombres públicos, pero ningún otro, que yo sepa, lleva coleta. No usa tampoco corbata PI, siempre va despechugado, pero en esto sí tiene competidores. Pablo Iglesias es muy expresivo: en su rostro brilla con facilidad el encanto o el desencanto, éste apuntalado con fruncimiento del ceño. Tiene por otra parte la sonrisa fácil y amplia, desvelando una dentadura grandona.  Es espontáneo, y a veces estudiadamente espontáneo, y su habla desprende un deje mesiánico, un acento como de púlpito.

viernes, 29 de abril de 2016

RELEER

            No es raro oír a gente veterana ilustrada que, a partir de cierta edad, se relee más que se lee.
            Es decir, se goza más volviendo a aquellas páginas que nos encandilaron en nuestros años vitales, que sumergirnos en nuevos libros, en obras recientes.
            Personalmente, yo he evolucionado en ese sentido: libros que para personas más jóvenes son sensacionalmente novedosos, a mí no me terminan de entusiasmar; más o menos explícitamente siento que tal fruto literario ya lo tengo básicamente incorporado a mi conciencia lectora. Viene a ser música ya oída.
            ¿Puede condicionarme un encallecimiento de mis facultades para apreciar nuevos rumbos?
            Sin duda; en algunos casos he terminado por admitirlo.
            Y a la inversa, he experimentado que no sigue siendo oro todo lo que  en los años de juventud relucía. Obras que entonces me arrebataron, y a las que en esta época he vuelto, me han producido una gran decepción. Esto también hay que decirlo.

martes, 19 de abril de 2016

CALMANTES

Ya va a hacer mes y medio desde que me operaron de rotura del húmero del brazo izquierdo. Desde entonces salta a la vista la movilidad que voy recuperando en las sesiones de rehabilitación. Pero en la cama me duele el hombro, aunque duerma sobre el derecho o boca a, rriba. Duermo mal, ¿y es por esto por lo que soy presa de una pesada fatiga, especialmente por la mañana? Debería tomar un calmante, me lo tienen prescrito, pero yo quiero ser fiel al principio de que “medicinas, las menos”. Lo vengo practicando desde siempre, si bien ahora, a mis ochenta y seis años recién cumplidos, voy a tener que ceder. Esta misma noche me voy a acostar con un analgésico, a ver si logro dormir como antaño.

viernes, 15 de abril de 2016

PAGAR O NO PAGAR


Desayunar fuera de casa me supone un cambio apetecible; es salirse de la rutina, aunque la mayoría de las veces obedezca a la nada grata ocasión de hacerse un análisis de sangre. Y así es como me he encontrado ayer ante una humeante taza de café con leche y una crujiente tostada con mantequilla y mermelada. Estaba la cafetería a tope, todos los taburetes ocupados, y casi todas las mesas, y los dos camareros del lugar daban a duras penas abasto. Trajinaban como rayos, pero pagar era casi un forcejeo en el momento de evacuar. Qué fácil me sería irme sin pagar. Lo he visto clarísimo, imposible que advirtieran mi escapada durante unos minutos, si es que llegaran a advertirla. Durante cinco minutos largos se me ha acelerado el pulso de emoción, de tentación transgresora, y al final me he rendido, teniendo que forzar al camarero para que me cobrara. La verdad, he salido a la calle decepcionado de mí mismo. 

lunes, 21 de marzo de 2016

ADA COLAU


En el libro, Ada, la rebelión democrática, Ada Colau no termina de aceptar del todo a su aliado, Pablo Iglesias.  Le parece arrogante. No le gusta su estilo, que le hace sentirse más catalana que nunca.  La alianza sería perfecta, puede deducirse, si Pablo Iglesias fuese catalán, condición que al parecer excluye la arrogancia.  

miércoles, 24 de febrero de 2016

BASTONES BLANCOS

Pasé delante de ellos. Estaban parados, cada uno sosteniendo un bastón blanco de invidente. Hablaban muy pegados el uno al otro: él un hombre apuesto, ella atractiva; dos personas entre cuarenta y cuarenta y cinco años.
         Al salir de la tienda a la que iba, los vi delante de mí, cogidos del brazo y caminando, picando la acera con sus bastones. Al alcanzarlos, ella se volvió hacia mí sin verme, y me preguntó con leve acento francés:
         -¿Sabe usted dónde está la calle Diego de León?
         -Es la segunda, todo recto.
         La primera bocacalle, General Oraá, está muy cerca y me paré para observarles. No manejaban con soltura los bastones, aunque la mujer algo mejor que el hombre. Ella tanteaba la mano derecha y él la izquierda. Eran como un tándem de remeros. encontraron bien el primer bordillo y el siguiente, y los bolardos de uno y otro lado, él siempre menos diestro. Sobre la lona de un andamio toparon, pero al instante lo salvó ella, y adelante siguieron, repicando sobre las losas y cogidos del brazo, fundidos en el paso. 

sábado, 20 de febrero de 2016

MADRID DESMONTABLE

Hace un frío de cuchillos esta mañana de febrero. Me acerco a mi kiosco habitual y le extiendo la tarjeta de compra al kiosquero; como todas las mañanas. Lo veo al hombre casi tiritando y bien apellizado.
-¿Está acatarrado?
-Sí, un poco...
Caigo en la cuenta de que debe abrir muy temprano.
-¿A qué hora se levanta usted?
-A las seis y media.
-¿Y a qué hora abre aquí?
-A las siete y media-. Y me mira sonriente mientras me extiende la tarjeta y el periódico.
-Cuando muchos estamos todavía bajo el calor de las mantas.
-Cuando todavía están colocando las calles de Madrid.
Me ha impactado esa frase: me hace ver cómo la ciudad va surgiendo de las sombras de la noche y el olvido del sueño.  Celebro su agudeza:
-Eso es, muy bien, que Madrid hay que montarlo cada mañana, hay que colocar las calles. ¡Enhorabuena por su pupila!
-Muchas gracias.
-De nada; el agradecido soy yo ...


viernes, 5 de febrero de 2016

GOBIERNO DE PROGRESO

Un "Gobierno de Progreso" propugna cada dos por tres Pablo Iglesias, el líder de Podemos. "Gobierno de cambio" lo llama también con frecuencia.
"Un Gobierno de Progreso" o un "Gobierno de cambio" se le oye también defender a Pedro Sánchez, el líder del PSOE.
Sobre la base de estas declaraciones, una alianza de las respectivas formaciones debería ser posible. Sin embargo, hoy han hablado y han terminado en sonoro desacuerdo.
¿Significa igual para los dos el término, Gobierno de progreso?
Más, cuando tanto el uno como el otro se definen como partidos de izquierdas, ¿están queriendo decir lo mismo? ¿Entienden los dos por izquierda la misma cosa? 

viernes, 15 de enero de 2016

LOS SANTOS PARTIDOS

Tenemos el Santo Sacramento, la Santa Iglesia, la Santa Sepultura, los Santos Lugares y muchos otros sitios y conceptos santos.
Ser santo, tener santidad, implica una divina entidad que confiere devoción y adoración. Lo santo se acerca a lo divino.
¿Los partidos políticos son santos? Aparentemente, no. No lucen el adjetivo delante de su nombre o sus siglas.
Pero no nos guiemos por las apariencias. Cada partido se proyecta como infalible, puro y santo. Y sobre todo, para cada partido los demás están en el más nefando error.
Aprobar o elogiar aspectos o ideas de otros partidos es convertirse en hereje. Nosotros somos la verdad, la única verdad; los demás son la herejía.
No es admisible que otro partido pueda llevar parte de razón: hacerlo es exponerse a ser señalado ferozmente como apóstata.
Admitir la razón de otros, coincidir en ideas y posturas, ponerse de acuerdo, pactar, asimilar puntos de vista ajenos, son imperdonables asaltos a la santidad. 
Qué santos son nuestros partidos.

martes, 5 de enero de 2016

LLEIDA Y GIRONA

“Ya sé que este artículo es inútil. Ya sé que seguiremos escuchando a los locutores de la radio y la tele diciendo en castellano Girona y Lleida después de haber dicho Nueva York y Londres, porque alguien insensato les ha hecho creer que así muestran un gran aprecio por el catalán cuando en realidad demuestran un gran desprecio por él, destruyendo de paso el castellano”.
          Así termina el artículo, “¡Visca Cataluña, viva Espanya!”, firmado por el escritor Javier Cercas en El País Semanal (3-1-2016).
          El párrafo citado, que resume muy bien la totalidad del escrito, trae a colación una disonancia que a cada minuto se produce en nuestros medios de comunicación. En ellos, subrayo, porque en la conversación de la vida diaria entre hispanohablantes, yo no oigo nunca decir “Girona” por Gerona, o “Lleida” por Lérida.
          Y también me pregunto: ¿Por qué esta tan gran fidelidad fonética concierne sólo al catalán? ¿A qué obedece esa distinción?