martes, 31 de julio de 2018

ESAS PIERNAS


Recuerdo que hace unos años me llamaba la atención la aparición de unos anuncios comerciales referentes a las piernas de las señoras. Se les encarecía cuidar las piernas por motivos de salud y de estética. Unas piernas torneadas, lustrosas y sanas eran la base, las columnas de sustentación de un cuerpo esbelto. ¿Cómo se podía acceder a esta llamada? Obviamente, acudiendo a una clínica especializada, debidamente dotada para atender a tan delicada atención. Claro que de siempre existió la tonsura de la pierna, la depilación en la mujer, porque la pierna velluda del hombre, que yo sepa, no ha sido, no era ni es motivo de bochorno antiestético. Es más, el varón ha ampliado su exhibición a medida que se ha ido aficionando a vestir pantalones cortos y bermudas en verano. Una moda que, tengo para mí, conlleva un implícito grito de autoafirmación, comparable a la de lucir  barba o bigote.

viernes, 27 de julio de 2018

LAS HORAS

A las 9.45 de la mañana ya están luciendo las cruces de las farmacias. Una mujer corre como loca a montar en un autobús que se detiene un poco más arriba. Bajo por Peñalver, sombría finca, asilo de ancianos, ex cárcel de Porlier, una lápida con unos versos de Miguel Hernández. Veo gente desayunando en terrazas y me dan ganas de volver a desayunar y leerme en paz el periódico. Qué placer era antaño, ver pasar las horas, parecían inagotables, un caudal inmenso. 

martes, 24 de julio de 2018

NIÑOS SOBRE RUEDAS


          La peque acaba de descubrir el gozo de echar a correr y, por el largo de la estafeta de correos se divierte, con su madre protectora desganada, acompañándola. Yo espero mi turno para recoger un certificado; suena en pantalla un número y  me voy al puesto indicado, el 6, pero oiga, que no le toca a usted, que yo tengo el 035 R, mire. Miro a la pantalla y miro a mi ticket, que es el 036. ¡El 6 me ha confundido! Retomo la espera y al poco pasa ante mí “el 035”, que me clava una mirada severa. Yo ahora vuelvo la mía hacia otro niño que, al lado de su mamá, se apoya en el mostrador de la estafeta, los pies sobre un patín. Disponen ahora de biciclos y triciclos desde muy temprano los niños, lo que facilita a los padres el llevarlos. Mi médico de cabecera se va de vacaciones en la segunda mitad de agosto.
         -El turno de los pobres.
         -O de los sabios, doctor.
        He caminado mejor que otros días. ¿Ha sido por echar los pies hacia delante con determinación, sin miedo a tropezar?

lunes, 23 de julio de 2018

ROMPIENDO PAPELES


Me pesan, me agobian, los folletos, facturas, resguardos, cartas, diplomas y apuntes que, cada vez más secos, se perpetúan en mi archivo. Me agobian porque cada vez  siento mayor la urgencia de prescindir, de destruir, la mayor parte.

Pero cuesta, a mí me está costando romper documentos que certifican actividades, ambiciones, logros y esparcimientos a lo largo de toda mi vida. Vivencias que a mí me emociona ver registradas, aunque sean de poca monta la mayoría.

Son papeles tan personales que su destino natural es el ser destruidos más o menos indiscriminadamente. Difícilmente tendrán interés para los demás. Su destino irremediable –y comprensible- es la boca de un contenedor.

lunes, 9 de julio de 2018

EL BESO

No queda tan lejano el tiempo en que al ser presentadas, o al saludarse dos personas, se estrechaban la mano, todo lo más. Incluso, en exquisita etiqueta,  se consideraba que el varón no debía ser el primero en extender la mano. Y en tales capas sociales no era infrecuente que ella extendiera la mano para ser besada por él: hoy ya una ridícula rareza.
Besarse en la mejilla era algo  que las mujeres siempre han hecho entre sí. 
Hoy el beso entre hombres y mujeres se ha generalizado.  
Los hombres no se besan, siguen optando por estrecharse la mano,
una manera paritaria de expresarse amistad, afecto, simpatía, o también frialdad. También es frecuente entre los hombres el abrazo, que puede ir acompañado de unas palmaditas en la espalda. Son saludos rotundos y bastante uniformes. 
El beso en cambio no parece un saludo tan redondo. Se presta a quedar en conato, en beso unilateral. en beso caluroso de una parte y en frialdad o ausencia de la otra, o en cortés contacto de mejillas.