miércoles, 26 de junio de 2013

Descontado


Yo en un primer momento no lo reconocí, era un extraño. Pero al poco vi que era él, inconfundiblemente él, como envuelta la cabeza en el velo de los años. Y entonces lo saludé; sin titubeo y con afecto. ¡Cuánto tiempo! ¿Vives cerca de aquí? ¿Frecuentas este café?
Pero en ningún momento vi en sus ojos la luz del recuerdo. Para él ya no cuento.

jueves, 20 de junio de 2013

Las cartas bocarriba


Nos conocemos desde hace treinta años. Entonces había un tabernucho en el barrio donde daban chatos de vino con cacahuetes y el tabernero era un hábil hablador, a la par con el parroquiano del que escribo: ingenioso y socarrón. Hombre muy cortés, me saludaba con tanto afecto como si nos conociésemos de siempre. La tasquilla cerró, cerró la gestoría que regentaba este hombre y, de vez en cuando, yo lo veía entrando o saliendo de algún bar. Tuvo una enfermedad grave y caminaba ayudado por su mujer y una hija. Superó el hachazo y, con pupila traviesa, me confió que a hurtadillas de su familia, todavía se daba algún tragos. A todo esto yo no he conocido nunca su nombre ni él tampoco el mío. Y últimamente nuestros encuentros se han producido en torno al kiosco de prensa de la esquina. Me lo he encontrado con su periódico bajo el brazo, enrollado, de manera que no se puede ver la cabecera. Tampoco puede él ver el periódico que llevo, porque lo meto en un bolso, con el pan y alguna otra pequeña compra. Hasta que hoy, por fin, las cartas han quedado bocarriba. Hemos coincidido exactamente en el instante en que cada uno estaba eligiendo su periódico a los pies del kiosko. Nos hemos mirado, nos hemos sonreído, nos hemos saludado. Pero los periódicos que leemos son absolutamente antagónicos.  ¿Qué porvenir espera a nuestra mutua simpatía?

miércoles, 12 de junio de 2013

Fugaz protagonismo


Montar en un autobús en que viaja poca gente suscita una solemnidad momentánea, una curiosidad intensa que hace sentirse protagonista, centro de atención. Todos los ojos asaetarán al recién llegado. Son los ojos de los ya aposentados, los propietarios de un espacio y un asiento. Personalmente, yo me recreo en el susodicho  protagonismo. Pico mi billete con estudiada parsimonia, y me encamino a mi asiento lo más lentamente posible, porque una vez sentado, dejaré de provocar interés. Seré uno más del grupo fisgón, que se reserva para la nueva incorporación en la próxima parada.

lunes, 10 de junio de 2013

Desolación

            La estoy viendo marcharse, renqueando sobre su muleta, su dignidad herida, mascullando su indignación.
            Estaba sentada sola a una mesa tomando un café. Todas las otras mesas estaban ocupadas con gente comiendo a aquella hora., por lo que nosotros dimos media vuelta hacia la salida para probar suerte en otro restaurante. Pero entonces el camarero nos abordó.
            Se acercó a la señora sola y, con amables palabras, le pidió que dejara libre su mesa. Trabajosamente, la mujer obedeció, pagó en la barra, se le cayó la muleta, y en su rostro había dolor y desolación.       

domingo, 9 de junio de 2013

El sonriente don Javier Guerrero

Detenido por cohecho y malversación en octubre de 2012, don Javier Guerrero, ex director general de trabajo andaluz, sonreía.   Liberado,  después encarcelado por comisiones abusivas y vuelto a liberar, don Javier Guerrero sonreía. Siempre sonreía. Pero qué niño travieso parece don Javier! 

miércoles, 5 de junio de 2013

A vueltas con el inglés (3)

"Qué bien que los verbos irregulares del inglés tienen tan pocas formas", celebra el aprendiz de inglés hispanoparlante. El máximo son tres formas, y el mínimo-qué maravilla-es una sola forma, como let, put y cost. Ahora bien, hay un verbo desconcertante. Es el verbo read, pronunciado /ri:d/ en el presente, pero /red/ en el pasado y en el participio. ¡Hombre, esto es muy poco serio!

lunes, 3 de junio de 2013

A vueltas con el castellano (1)

Un "cocinitas", he leído, en referencia a alguien que se le da bien cocinar. No había oído antes esta palabra, que sigue al parecer el modelo de un "manitas". Un cocinitas, un manitas. Pero ¿y el femenino? Una cocinitas, una manitas, diría yo.

sábado, 1 de junio de 2013

Pijos

"Lleno de presunción o vanidad infundada o ridícula",  dice el Diccionario Esencial de la Lengua Española, para definir el adjetivo "fatuo". Coincide exactamente con la idea que yo tengo de los inefables personajes a los que se engloba en la categoría de  "pijos". Pero "pijo" no está reconocido con ese significado en el susodicho diccionario, y por eso estoy proponiendo aquí su académico registro, pues tengo para mí que no es  especie escasa.