BÁRCENAS

Bárcenas ha declarado hoy al salir de prisión que ha conocido allí a "una gente espléndida". No es de extrañar si paramos mientes en la frecuencia con que fuera,  últimamente se descubren chorizos un día sí y otro también.

1 -S, 11 -M, 7 -E

En su famoso e ingenioso poema titulado, "La invasión de las siglas", el poeta Dámaso Alonso versificaba:

USA, URRSS, OAS, UNESCO;
ONU, ONU, ONU
TWA, BEA, K.L.M., BOAC
¡RENFE, RENFE, RENFE!

Denigraba de las siglas, que consideraba una aberración léxica, una especie de plaga del siglo XX, "el siglo de las siglas". Y las llamaba

Legión de monstruos que me agobia,
fríos andamiajes en tropel. 

Bueno, las siglas vinieron para quedarse, y para multiplicarse en una escala colosal. Y llegó el siglo XXI y surgieron los "numerónimos", consistentes en la combinación de número con nombre, algunos tan trágicos como el 11-S, el 11 -M y el 7 -E.

WILLIAM TURNER

He visto hace unos días la película Mr. Turner.
Me ha parecido una excelente película, una soberbia obra de arte cinematográfico.
Le doy un sobresaliente a la belleza de las imágenes, e igual nota a la pericia narrativa que enhebra la historia.
A la misma gran altura veo la expresión fílmica. Y magnífico el trabajo de la cámara.
Personalmente, he gozado también del trasfondo costumbrista, de la ambientación del Londres decimonónico; cuidadísima. Los ingleses han creado un género que podríamos llamar "victoriano" que dominan a la perfección. Aunque como todo género muy socorrido, empieza a perder capacidad de sorpresa: normal.

Dicho todo lo anterior, debo también decir que Mr. Turner como historia, como fábula, como narración, no me parece nada extraordinaria. Porque una cosa es que William Turner fuera un pintor fuera de serie, y otra cosa que su vida fuese fascinante, cosa que según nos enteramos por esta película, no lo fue. Y ahi, en esta discrepancia entre la excelencia de la obra de arte y la peripecia vital del protagonista, percibí un flotante desajuste desde el principio hasta el fin..