viernes, 15 de enero de 2016

LOS SANTOS PARTIDOS

Tenemos el Santo Sacramento, la Santa Iglesia, la Santa Sepultura, los Santos Lugares y muchos otros sitios y conceptos santos.
Ser santo, tener santidad, implica una divina entidad que confiere devoción y adoración. Lo santo se acerca a lo divino.
¿Los partidos políticos son santos? Aparentemente, no. No lucen el adjetivo delante de su nombre o sus siglas.
Pero no nos guiemos por las apariencias. Cada partido se proyecta como infalible, puro y santo. Y sobre todo, para cada partido los demás están en el más nefando error.
Aprobar o elogiar aspectos o ideas de otros partidos es convertirse en hereje. Nosotros somos la verdad, la única verdad; los demás son la herejía.
No es admisible que otro partido pueda llevar parte de razón: hacerlo es exponerse a ser señalado ferozmente como apóstata.
Admitir la razón de otros, coincidir en ideas y posturas, ponerse de acuerdo, pactar, asimilar puntos de vista ajenos, son imperdonables asaltos a la santidad. 
Qué santos son nuestros partidos.

martes, 5 de enero de 2016

LLEIDA Y GIRONA

“Ya sé que este artículo es inútil. Ya sé que seguiremos escuchando a los locutores de la radio y la tele diciendo en castellano Girona y Lleida después de haber dicho Nueva York y Londres, porque alguien insensato les ha hecho creer que así muestran un gran aprecio por el catalán cuando en realidad demuestran un gran desprecio por él, destruyendo de paso el castellano”.
          Así termina el artículo, “¡Visca Cataluña, viva Espanya!”, firmado por el escritor Javier Cercas en El País Semanal (3-1-2016).
          El párrafo citado, que resume muy bien la totalidad del escrito, trae a colación una disonancia que a cada minuto se produce en nuestros medios de comunicación. En ellos, subrayo, porque en la conversación de la vida diaria entre hispanohablantes, yo no oigo nunca decir “Girona” por Gerona, o “Lleida” por Lérida.
          Y también me pregunto: ¿Por qué esta tan gran fidelidad fonética concierne sólo al catalán? ¿A qué obedece esa distinción?