Viernes, 7-4-2001
Hoy se nos ha unido a la “tertulia de escritores y
lectores”, el poeta Rafael Hernández, y como otras veces, ha surgido el tema de
la guerra y la posguerra. Para Eduardo Valenzuela, su infancia en Orense, que
estaba en zona “nacional”, fue una época feliz. Y como estos son los que
ganaron allí se siguió viviendo bajo el mismo régimen.
-Mi familia era muy de derechas y yo nunca me planteé que
las cosas tenían que ser de otra manera.
-¿Y cómo encajasteis el paso de la Monarquía a la
República?
-Pues
mal, como una anomalía.
Extraordinario:
Eduardo ha vivido casi toda su vida en una sociedad y bajo un régimen con el
que estaba de acuerdo.
-Lo
peor fue en los primeros años de la posguerra, cuando el racionamiento.
El caso de Pepe Lamadrid es muy diferente.
-Yo pasé la guerra en un pueblecito de Badajoz, y allí no
nos faltó de nada. Nos protegió un tío mío, militar del ejército republicano.
La posguerra significó pasar de bien a mal, y eso se soporta fatal.
Sin embargo al padre de Pepe lo mataron los “rojos”.
-Era
falangista, un fervoroso de José Antonio. Se alistó en el ejército de la
República con la intención de pasarse al otro bando, pero no le salió bien.
-Sería
un golpe tremendo para ti la muerte de tu padre.
-Figúrate. Y recuerdo a mi madre que vino toda pálida y
descompuesta de la visita a un depósito de cadáveres para encontrar a mi padre.
No lo encontró. Pero Pepe cuenta esta tragedia con total
desapasionamiento y sin rencor. En otras ocasiones me ha hablado de
contratiempos y fallos de salud sin perder nunca la sonrisa.
Rafael pasó la guerra en Madrid, en un medio familiar muy
humilde, deduzco. En el franquismo se hizo del partido comunista. Tuvo
actividad clandestina y sufrió arresto, golpes y prisión-por tres años, me
parece.
-Yo entonces tenía un valor moral enorme... Me sentía
protegido por una organización, es verdad... Era un idealista, quería la revolución...
Lunes-16-4-2001
En la tertulia de Rafael Flórez en Bellas Artes. Sale a
colación el aniversario de la República el 14 de abril.
-¡A
la República se la cargaron las izquierdas!-se queja Morcillo.
Morcillo vivió en París desde el año 37, y no volvió a
España hasta que tenía diecisiete años. No vivió por tanto la Guerra Civil.
Rafael en cambio, sí, y con toda la crudeza y altibajos que tuvo en Madrid.
Alguien pregunta:
-¿Y no se pudo evitar el conflicto?
-No, se había llegado a tal grado de tensión que tenía
que explotar por algún lado-asegura Rafael.
Rafael señala que Largo Caballero era peligroso, que en
la Casa de Campo se preparaban unas milicias socialistas para hacer la
revolución. Yo le arguyo que los falangistas por su parte se paramilitarizaban.
Pero a esto no le da él importancia.
-El asesinato de Calvo Sotelo, el jefe de la oposición
fue un crimen de Estado, y el Gobierno no lo tomó como tal; volvió la cabeza
para otro lado.
-Y ¿el asesinato del teniente Castillo?
-Lo mataron porque adiestraba a las milicias socialistas.
Así vamos contraponiendo argumentos, Rafael apoyándose
casi siempre en testimonios vistos u oídos. Ha conocido mucha gente, ha estado
en muchas tertulias donde los supervivientes de la guerra esgrimían episodios
personales y hasta pruebas supuestamente presenciales. Yo me guío
principalmente por lecturas, que tampoco son tan exhaustivas.
Martes, 17-4-2001
En la tertulia
ateneísta de Amadeo Aláez por la tarde. Ahora veo más gente que antes, y se han
agregado algunos del grupo de la escalera. Tenía la palabra cuando llegué
Guillermo García que se quejaba de que su banco tardó un año en cancelar una
tarjeta que le habían robado, y con la cual alguien sacaba dinero de vez en
cuando. Guillermo es de la UGT , y como en un
momento dijo que era muy amigo del director de su banco, yo le bromeé:
-Me parece muy mal que tengas amistad con un director de
banco.
Carcajada general.
Amadeo sigue prestando una ayuda inestimable a Amparo
Besumán, alternándose con el hermano y otros amigos. No puede valerse por sí
misma y va a ser internada otra vez: tiene una herida que no se le termina de
cerrar.
Me llama Juan Grima: la presentación de mi libro en Garrucha
será el viernes o el sábado de la semana que viene. Presentadores: José Luis
Muñoz Colomer y Ezequiel Navarrete.
En la primera página de El País: “Siria pone en alerta a 35.000 soldados tras el ataque
israelí. La oposición exige al Gobierno que suavice el reglamento de
Extranjería. 135 muertos durante la Semana Santa, un 16% más que el año pasado.
Más de la mitad de las chicas entre 15 y 19 años consumen alcohol
habitualmente.”
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