Martes, 13-3-2001
Ayer y anteayer me
he sentido bajo de forma. Hoy estoy un poco más animado. Creo que el
antibiótico me ha estado robando energía.
Aragón no quiere el Plan Hidrológico del
Gobierno. El PSOE tampoco: propone controlar el derroche de agua y construir
plantas desalinadoras entre otras medidas que sustituirían a las “obras
faraónicas” previstas por el PP. Entretanto el enmascarado comandante Marcos
entra con sus tropas en Méjico DF, final de su larga marcha para reinvidicar
los derechos de los indígenas de Chiapas. Por su parte el juez Garzón sostiene
que Otegui es responsable de la última oleada de violencia callejera y trata de
procesarle.
En el Ateneo el camarero-escritor
Pepe Bárcena nos ha dado una entretenida charla sobre “aquellos bohemios del
café Gijón”. Me ha gustado su tono desenfadado y su dominio de la lengua y la
escena. Había bastantes asiduos de la tertulia “Contra aquello y esto” del
Gijón, con su presidente, Meliano Peraile a la cabeza. El presentó al
conferenciante, y también intervino Eduardo Valenzuela “por la tertulia de
escritores y lectores del Ateneo”. Este leyó una hoja, estuvo agarrotado, pero
salió del trance. De él ha sido la idea de este acto, habiéndonos sorprendido
por su diligencia. Cuando yo dije no hace mucho que me encantaría ver
iniciativas dentro de la tertulia no me imaginaba que Eduardo se iba a
“arrancar”. ¿Es un nuevo Eduardo que surge a los setenta y pico años de edad?
Nunca es tarde si la dicha es buena.
No hay comentarios:
Publicar un comentario