lunes, 20 de mayo de 2013

En el momento

Hoy va el autobús que parece una sala de espera en la que cada uno pasa el tiempo a su modo. Como en un aeropuerto, en el dentista, en el notario. Una sala de espera en movimiento.
Aunque la verdad es que las salas de espera están en decadencia. Van cerrando. El internet tramita por las nubes nuestras solicitudes, y por las nubes nos llegan las respuestas. ¿Desaparecerán un día los ministerios gubernamentales, para ser sustituidos por portales web?
Estaba diciendo que viajando esta mañana en mi autobús habitual, el clima era de variada concentración y entretenimiento. Una señora leía en su libro electrónico; una pareja de ancianos sostenía una continua cháchara inaudible; un señor hojeaba un diario de la mañana; un muchacho iba pegado a unos auriculares, y una jovencita tecleaba feliz en su móvil inteligente.
Ociosos, en el momento, sólo íbamos dos: una señora que miraba con gran atención  por la ventanilla, y un servidor, que disfrutaba viendo quién se apeaba o quién se montaba en las sucesivas paradas.

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