Tengo un amigo que ha dedicado toda su vida al estudio de los insectos. Sobre la materia ha escrito libros y artículos que gozan de gran estima entre los especialistas. En cambio mi amigo no la leído el Quijote, ni sabe apenas de historia ni arte.
Muy distinta es la sapiencia de otro amigo, quien lee más que duerme. Sabe de historia, fiosofía, literatura, política, religión... Ningún saber escapa a su afán. Pero sufre, este hombre sufre, porque ve que es tan inmenso el saber que nunca llegará a dominarlo.
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