miércoles, 25 de mayo de 2016

LIBERADO

Vendas, una muñequera, un frasco de linimento, aspirinas, unas vitaminas, un antibiótico, pomadas varias, bicarbonato, un laxante, un jarabe y bastantes potingues más. El armario se ha ido llenando a lo largo de los años y yo he convivido con sus existencias como lo más natural. Hasta que hace un mes o así, empezó a agobiarme y a resultarme antipático. Y por fin esta mañana he despejado totalmente el armarito y desechado todo su contenido. Un sentimiento de rebeldía me impulsaba. Me siento liberado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario