Los hay de todas las edades, pero mayormente son hombres de cincuenta para arriba, quizá con predomino de "la tercera edad". Aparecen a cualquier hora, a paso vivo y con parada furtiva en cada contenedor a su paso, donde husmean, tocan, husmean, revuelven, examinan y con frecuencia cobran algún objeto, más o menos útil, más o menos valioso. Bueno... es un entretenimiento, es una afición... A muchos les gusta la pesca, a otros la caza, pasatiempos que ofrece la naturaleza. La ciudad por su parte brinda residuos, desechos, rarezas...
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