Viernes, 14-01-2000
En su Vida en claro (p.34), Moreno Villa que siempre tuvo “la convicción” de que sus cosas “podría juzgarlas un hombre avisado o un tarugo, de lo cual dependía el éxito de mi trabajo”. Admirable filosofía; yo al contrario siempre he creído a la gente “avisada”, y cuando resultaba ser “taruga”, cuando yo lo descubría, ya había sufrido las consecuencias de mi candidez.
Animada
“Tertulia de Escritores” hoy. Se ha presentado una pareja, él panameño, ella
alemana, recién instalados en Madrid, que quieren conocer el mundillo de las
letras. Les ha caído muy bien el arte escénico de Antonio Rizo y sus humoradas.
Paco Morón va preparando la presentación de su libro.
Discusión
por teléfono entre Ana y Rubén. Este quiere nuevo ascensor a toda prisa, y ella
sostiene que antes de adquirirlo se necesita un informe técnico.
Noticia
que ha causado mucho impacto: el obispo Setién de San Sebastián renuncia a su
cargo y es nombrado para sustituirle el obispo Usía de Zamora. A Setién se le
veía mucho el plumero nacionalista.
Domingo, 16-01-2000
Nos hemos quedado en Madrid este fin de semana; no hemos querido “luchar contra los elementos”, la nevada en los alrededores de Madrid ha sido fuerte -algún pueblo incomunicado. Ayer estuvimos en el cine; vimos la película inglesa, “Wonderland”. Es una panorámica realista de la vida en la zona sur de Londres. Con el acento en las parejas deshechas. Se da mucha importancia también a los lugares de concurrencia de la gente: acontecimientos deportivos, un bingo, pubs, etc. Esto muy verídicamente captado. Lengua “cockney” que tuve el placer de entender bastante bien. Fernando sigue llevándose cosas a su apartamento. Frío en la calle. Me fui a “Iriarte” por si caía por allí Ramiro. Acababa de marcharse; los domingos come en casa de su cuñada. Ramiro hace años que no sale de un círculo de unos trescientos metros alrededor de su casa. Y su conversación versa mayormente sobre su infancia, su juventud, su familia… Yo consigo, a veces con esfuerzo, hacerle hablar de otros temas. Continúo leyendo con gusto Vida en claro de Moreno Villa. Acabo de terminar el capítulo sobre su enamoramiento de una judía yanqui y la oposición férrea de los padres de ella que acaba con la ruptura de los amantes. Moreno Villa dice que es humilde y orgulloso al mismo tiempo, y que con siete libros publicados le parece que no ha hecho nada de particular -se cree capaz de hacer cosas mejores. Veo que me parezco a Moreno Villa. En eso y en frecuentar los contactos sociales en sesiones cortas. Cuando la reunión llega a un cierto límite tiene la necesidad de marcharse para atender a sus lecturas, a su trabajo. Igual me pasa a mí.
Lunes, 17-01-2000
Voy al Dr. Tamames al cabo de siete meses; lo encuentro más grueso. Luego reflexiono: yo también he engordado. Con qué facilidad notamos el paso del tiempo en los demás, y qué trabajo nos cuesta verlo en nosotros mismos.
Hoy
Emilio de Castro estaba feliz.
-¡Mira,
mira!
Tenía
sobre su pupitre cuatro gruesos volúmenes de Heráldica del siglo VII.
Con
unas cosas y otras ha sido un día de carreras. Voy perdiendo el hábito de
cumplir con horas fijadas de antemano. Por la tarde, en la iglesia de Las
Calatravas he asistido al funeral por el padre de Paco Rodríguez Oquendo. Había
bastantes compañeros de la Facultad de Educación. La decana, Carmen,
quiere saber ya la fecha de presentación de mi libro. Estaban Félix, Mª Teresa
Olabarrieta, Conchita Pérez Martín, Manolita, Javier Cermeño, Luis Arráez, Jaime
Sª Padrino, José Mª Parra, Carlos Ribero
y Javier Collantes.
Desde
allí me he pasado por Bellas Artes y me he sentado un rato en la tertulia de
Rafael Flórez, donde se ha hablado del agotamiento de la pesca y de la subida
de los impuestos indirectos mientras Juan Cruz leía no sé qué artículo de la
Guerra Civil en un número de Historia 16.
-¡Eso
es mentira! -ha exclamado al ver una foto de Franco y Mola en Sevilla, con
fecha.
-Es
mentira; no pudo ser ese día.
Como
otras personas de su edad, que ya van desapareciendo, lleva en la memoria un
calendario de la Guerra Civil.
Martes, 18-01-2000
Día soleado y aire fresco y estimulante. Bajo hacia el Ateneo algo más temprano que de costumbre. Me meto en el Hotel Palace y hago mis necesidades en unos servicios limpios y bien pertrechados de toallas, etc.
Apareció Antonio Rizo a la hora del café. Está muy orgulloso porque ha abordado a Carmen Martín Gaite y esta, aunque se ha negado a hablar en alguna sesión organizada por la Tertulia de Escritores, ha terminado por decirle, “bien, ya hablaremos”. Rizo nos dice que tiene muchos dolores de tipo ciático y que apenas duerme desde hace unas semanas. Y echa pestes de las medicinas que le ha prescrito el galeno. Me llamó anoche el joven paisano Miguel Ángel Figueroa, este niño grande que debe tener cerca de treinta años. Está saliendo con una chica y quiere que yo le dé consejos. Como si sobre estos menesteres se pudiera acertar.
Miércoles, 19-01-2000
Idea nueva y luminosa de J.L. Suárez: ¡Creemos un premio literario de un millón de pesetas! Se titulará Tertulia de Escritores del Ateneo. Los manuscritos llegarán en masa. Y una gran editorial querrá publicar el libro premiado. Entretanto, Morón sigue tratando de encontrar la cuadratura del círculo: tenemos que resolver el problema de la distribución; en cuanto eso se logre, ¡a vender libros! Yo apenas me molesto en argumentar que los distribuidores no solo se ocupan de los libros que se venden, lo que no quiere decir que sean los mejores. He preguntado hoy a Osuna por teléfono cómo iba la segunda edición de mis “Tranvías”. Mejor no lo hubiera hecho, pero he querido cumplir con el consejo que me ha dado esta mañana el librero Manzano. La respuesta ha sido que no me puede liquidar nada porque el libro no se vende. Me resulta muy difícil creer que se haya metido en una segunda edición sin haber calculado que le iba a merecer la pena. En fin….
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