En su famoso e ingenioso poema titulado, "La invasión de las siglas", el poeta Dámaso Alonso versificaba:
USA, URRSS, OAS, UNESCO;
ONU, ONU, ONU
TWA, BEA, K.L.M., BOAC
¡RENFE, RENFE, RENFE!
Denigraba de las siglas, que consideraba una aberración léxica, una especie de plaga del siglo XX, "el siglo de las siglas". Y las llamaba
Legión de monstruos que me agobia,
fríos andamiajes en tropel.
Bueno, las siglas vinieron para quedarse, y para multiplicarse en una escala colosal. Y llegó el siglo XXI y surgieron los "numerónimos", consistentes en la combinación de número con nombre, algunos tan trágicos como el 11-S, el 11 -M y el 7 -E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario