domingo, 26 de agosto de 2018

FRIEDRICH HÖLDERLIN. El cementerio de la iglesia

Tú, mudo lugar donde verdea la hierba tierna,
donde yacen hombres y mujeres entre erguidas
cruces, donde acuden grupos de amigos,
donde fulguran claras vidrieras.

Cuando sobre ti fulge la alta llama meridiana,
cuando en ti la primavera se recrea, cuando pasan
sobre ti espectrales nubes, grises y húmedas,
cuando el esplendor del día se apaga.

Qué tranquilidad reina junto a ese muro gris,
sobre el que penden las ramas de un árbol,
su negror, húmedo de rocío, su follaje
todo duelo, más en en bella sazón sus frutos.

Reina en la iglesia una quieta oscuridad
y el altar esta noche se retrae,
mas queda la belleza de otras cosas,
como el canto de los grillos en verano.

Cuando  se escuchan los rezos del pastor,
con el grupo de amigos al lado,
qué  vida  tan propia, qué alma
y cuán íntima devoción.

Versión de José Siles Artés
26-8-2018











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