martes, 5 de enero de 2016

LLEIDA Y GIRONA

“Ya sé que este artículo es inútil. Ya sé que seguiremos escuchando a los locutores de la radio y la tele diciendo en castellano Girona y Lleida después de haber dicho Nueva York y Londres, porque alguien insensato les ha hecho creer que así muestran un gran aprecio por el catalán cuando en realidad demuestran un gran desprecio por él, destruyendo de paso el castellano”.
          Así termina el artículo, “¡Visca Cataluña, viva Espanya!”, firmado por el escritor Javier Cercas en El País Semanal (3-1-2016).
          El párrafo citado, que resume muy bien la totalidad del escrito, trae a colación una disonancia que a cada minuto se produce en nuestros medios de comunicación. En ellos, subrayo, porque en la conversación de la vida diaria entre hispanohablantes, yo no oigo nunca decir “Girona” por Gerona, o “Lleida” por Lérida.
          Y también me pregunto: ¿Por qué esta tan gran fidelidad fonética concierne sólo al catalán? ¿A qué obedece esa distinción?

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