lunes, 17 de febrero de 2020

DIARIO DE UN ATENEÍSTA (7)

Jueves, 22-2-2001


            En septiembre mi amigo médico, Miguel Aguilar, me dijo, después de pesarme:
            -Has engordado unos tres quilos.
            -Eso no me gusta nada.
            -Bueno, estás en tu peso todavía; sesenta y ocho...
            -Pues no me lo explico.
            -Es lo normal en el verano; siempre se trae uno unos quilos después de las vacaciones...
            El miércoles pasado me volvió a pesar.
            -Has engordado un quilo.
            -Pero si yo...
            -Normal, en las Navidades siempre se engorda algo.
            La verdad es que es la Navidad que menos dulces he tomado. Habré de concluir-con el cuidado que he tenido-que a cierta edad es mucho mayor la propensión a engordar. Pero ahora, como siempre, he sido enemigo de echar quilos.
            -Coma usted menos.
            -Podría hacerlo, pero me sospecho que entonces mi vida tendría que ser menos activa...
            A lo mejor es que la vida de jubilado,  sin las tensiones de un horario de trabajo, favorecen el engorde...
           

Viernes, 23-2-2001


            “ETA asesina a dos obreros en San Sebastián con un coche bomba dirigido a un edil socialista”, titula El País. Se ve que la banda terrorista necesitaba hacer algo gordo hoy para ocupar el espacio periodístico que le correspondía al veinte aniversario del 23-F. Se ha hablado mucho estos días de este rocambolesco golpe, contando cada uno cómo lo vivió. La anécdota que más me ha gustado se refiere a Landelino Lavilla, el Presidente entonces de la Cámara de Diputados. En la mañana del 24, producido ya el desenlace feliz de la intentona, el chulesco teniente coronel Tejero se dirige a la masa de diputados:
            -Felicidades: ustedes están a punto de recobrar la libertad, pero en cambio a mí me van a tocar unos veinte años de prisión. ¡Vayan saliendo ordenadamente!
            -Un momento, un momento-interviene Lavilla-. El orden y la disciplina dentro de esta cámara le corresponde  a su presidente, no a usted.
            El hasta hace unas horas dueño y déspota de la situación parece quedarse congelado, y por fin reacciona. Como un militar, claro.
            -¡A sus órdenes!-exclama con la mano en el tricornio y dando el taconazo reglamentario.
            En cuanto a mí, la tarde del 23-F me encontraba en la Clínica Puerta de Hierro donde estaba internada mi hermana Carmen. Conseguí coger un taxi de vuelta, pero no sé por qué me apeé allí y tomé el metro. Las pisadas apresuradas de cientos y  cientos de personas por los pasillos, ansiosas de buscar el refugio de sus hogares me llamó fuertemente la atención. En aquellas galerías  coincidí con el poeta José Hierro. Alarmado e inseguro como todo el mundo, y que tuvo buen cuidado de no transparentar el color de su postura. En casa todo estaba tranquilo. Ana se había traído pronto a los niños de sus actividades extraescolares. Y ya estuvimos pegados a la radio hasta la declaración del Rey en que anunciaba la restitución de la normalidad.


Lunes, 26-2-2001


En el ateneista café de las doce  hago saber  que a finales de semana me voy para Almería “en plan de autor”. Y por su parte Emilio de Castro, para quien el pasado heroico es mucho más interesante que el presente, nos habla de la heráldica de los antiguos colegios mayores y de las singularidades de estas elitistas instituciones en los siglos XVI y XVII.  Daba un gran prestigio estudiar en un colegio mayor y también eximía de demostrar limpieza de sangre. Yo meto entonces baza para hablar de los colegios de Oxford y Cambridge y de las costumbres que aún se conservan, como la de la bata negra que llevan profesores y alumnos. Arrillaga también conoce el mundo anglosajón; Emilio parece que no.
            Ya tengo hotel reservado en Garrucha para el próximo viernes por la noche. Y al teléfono Juan Grima me ha reiterado su interés por publicar mi Historia de Guerra y Posguerra. El sábado por la mañana nos entrevistaremos para tratar del asunto. Se ha referido a que el Ayuntamiento de Garrucha podría dar una subvención. Veremos qué sale de todo esto.
            -El libro me gusta-me ha vuelto a asegurar-. Y lo mismo a Federico Moldenhauer y a Manuel León, que formamos el “núcleo duro” de la revista Axarquía.
            Es muy positivo y esperanzador que el libro guste. En la base de la aparición de muchos libros estuvo ese informe de uno o mas lectores influyentes. He recibido pues moral. Se da el caso también de que Federico es la primera persona que lo ha leído. Le entregué un ejemplar este verano, todavía caliente de la impresora y si encomendarme a Dios ni al diablo.
           Política: el ministro Mayor Oreja deja el ministerio del Interior para presentarse a Lehendakari en el País Vasco. El PP tiene puestas grandes esperanzas en su sabiduría política y en todo el relieve público que ha adquirido durante su etapa en el Gobierno de Aznar.


Miércoles, 28-2-2001

            En la tertulia de la SER oigo esta mañana a Juan Tapia contemplando la “templanza” de Arzallus ahora que se aproximan las elecciones en el País Vasco. Confía este periodista en que el confeso independentista se “corrija” y en adelante emprenda la senda de los constitucionalistas. En esta línea se expresan otros contertulios y el mismo Gabilondo, matizando Javier Rojo que si el propósito de enmienda de Arzallus es sincero, tendrá que dejarle a Ibarretxe todo el protagonismo. Ahí se va a ver si está jugando limpio. Pongo luego Onda Cero. Aquí no hay confianza ni matices. Arzallus ha jugado con fuego y lo seguirá haciendo. Ha hecho de lobo y ahora quiere cubrirse con la piel del cordero. Si gana las elecciones el PNV, se echará otra vez al monte. No tiene remedio. Llama una señora en el tiempo de los oyentes y asegura que en público la Ferrusola, la mujer de Pujol ha dicho lo siguiente:
            -Cuando vi que en el patio del colegio los niños hablaban castellano, impedí que mis hijos se mezclaran con los otros.
            En la misma línea de pureza nacionalista, Heribert Barrera asegura que si siguen llegando inmigrantes a Cataluña, ésta desaparecerá.
            En la puerta del Palace me encuentro a Manuel León. El también va a Garrucha este fin de semana y también participa en el libro de leyendas coordinado por Grima y Moldenhauer. Ha consultado las carpetas del Archivo Histórico Nacional, referentes a las causas que se siguieron contra los vencidos en Garrucha y pueblos limítrofes. Me ha prometido que me va a dar detalles y hasta enseñar fotocopias. Va a ser como transitar por las tinieblas del tiempo.
            En Bellas Artes, por la tarde, conversación con Rafael Flórez. El es la historia oral. Iba a Fuentesila a una tertulia en la que participaba José Rico Godoy, el marido de Josefina Carabias.
            -Nunca trabajó -asegura.
            Pérez Embid vivía en una residencia del Opus allá por la calle Zurbano. Allí murió. Rafael fue a su entierro. Rafael ha ido a muchos entierros de gente importante. También murió Amalio García Arias, el secretario de aquél. Se lo debía todo a Florentino. Este era homosexual. En su última época, siendo Director General de Bellas Artes, le propuso a Rafael ser secretario suyo.
            -No, muchas gracias, don Florentino, pero yo para eso de secretario no sirvo...
           Hablamos de Francisco Induráin. Le cuento la desilusión que me produjo enterarme que era del Opus. Él cree que sus orígenes estaban en la Falange; quizá combatió o tuvo algún puesto de información o propaganda. Lo sitúa en Salamanca en aquellos años.
           Y sobre José Hierro opina que medró con el Opus. Tenía la presentación de libros de la Editora Nacional, el Aula de Poesía del Ateneo, colaboración en la Enciclopedia de la Cultura Española... Terminó mal con José Hierro.

Jueves, 1-3-2001
            
He dormido a trompicones y camino hacia el Ateneo con paso de madera. Llovizna, me encuentro con un barrendero en su faena, y con una cartera tirando de su carro. Esta mañana, como ayer, veo retención de tráfico en distintos puntos. Paso bajo un andamio sobre el que suenan unos golpes pavorosos.
            -¡Oiga! ¿Estamos seguros?
            -¡Pues naturalmente! Usted pase sin miedo.
            -Cuando usted lo dice...
            En la vitrina del Ateneo, un escrito  que impugna la intervención de un miembro de la comisión de cuentas. Es un lenguaje muy medido y jurídico. 
            Por el Ateneo he ido diciendo estos días que voy de viaje a Almería.
            -¿Quiere algo para Almería?-le pregunto a Peinado.
            -¿Qué va, a dar una conferencia?
            -Voy a ver si me publican un libro.
            -Que haya suerte.
         Por la tarde, entrevista con Jesús Sánchez Maza, llegado de Estartit. Me enseña las correcciones que ha incorporado a un ejempla de nuestro libro segundo: labor minuciosa a base de papel celo. Le ha ayudado, como de costumbre, María Rosa, su compañera alemana.
            -A lo mejor cabría hacer un hermano gemelo de uno de estos libros -sugiero.
            La idea le gusta. Yo pienso sin embargo que hay que pensárselo bien y no meterse en faenas excluyentes.
            Mañana, viaje a Garrucha.

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