Montar en un autobús en que viaja poca gente suscita una solemnidad momentánea, una curiosidad intensa que hace sentirse protagonista, centro de atención. Todos los ojos asaetarán al recién llegado. Son los ojos de los ya aposentados, los propietarios de un espacio y un asiento. Personalmente, yo me recreo en el susodicho protagonismo. Pico mi billete con estudiada parsimonia, y me encamino a mi asiento lo más lentamente posible, porque una vez sentado, dejaré de provocar interés. Seré uno más del grupo fisgón, que se reserva para la nueva incorporación en la próxima parada.
miércoles, 12 de junio de 2013
Fugaz protagonismo
Montar en un autobús en que viaja poca gente suscita una solemnidad momentánea, una curiosidad intensa que hace sentirse protagonista, centro de atención. Todos los ojos asaetarán al recién llegado. Son los ojos de los ya aposentados, los propietarios de un espacio y un asiento. Personalmente, yo me recreo en el susodicho protagonismo. Pico mi billete con estudiada parsimonia, y me encamino a mi asiento lo más lentamente posible, porque una vez sentado, dejaré de provocar interés. Seré uno más del grupo fisgón, que se reserva para la nueva incorporación en la próxima parada.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario