6. Granada
en conserva.
Hay
sensaciones que no se pueden explicar hasta pasados muchos años. Yo estaba
residiendo en una ciudad más rica, más desarrollada y mejor equipada y dotada
que la modesta Almería que había dejado atrás. Y sin embargo, algo me estaba
apuntando a que, de alguna manera, había cruzado el umbral del tiempo hacia atrás.
Tomada por los sublevados en los
primeros momentos, Granada dejó de ser republicana tres años antes que Almería.
De alguna manera los usos y normas de la España nacional católica, estaban allí
como más consolidados, como si hubieran estado vigentes desde siempre.
Cuánto
me llamaba la atención una escena concreta que se producía en la plaza de la
catedral los domingos a mediodía, cuando con ocasión de la misa mayor se
congregaban allí varios grandes automóviles, pulcros, relucientes, poderosos.
Eran
conocidos sus dueños: los Mengánez, los Perengánez, los Zutánez, quienes se
hacían conducir por sus chóferes desde sus domicilios, algunos a pocos minutos
a pie de la catedral.
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