domingo, 26 de noviembre de 2023

DIARIO DE UN ATENEÍSTA (5)

 

Sábado, 5-02-2000

En el “Hogar Extremeño” se presentó ayer La Puerta Ojival de Paco Morón. Introducción algo esperpéntica de un tal “de los Salmones” para el que todos y todas eran fantásticos. Ardorosa alabanza de Pulido al realismo y universidad del libro. Rizo, que también fue ensalzado por el introductor, hizo una bella lectura de un capítulo del libro. El introductor no se paraba en barras. La c/Ventura de la Vega se convertía en c/Garcilaso de la Vega, y el Sr. Pulido era presentado como Sr. Pintado. Nos encantó este orador.

Domingo, 6-02-2000

Llamó Elvira Gangutia. Me ha dicho que le gusta el libro -no se ha excedido en elogios- y que acepta participar en la presentación. Me ha quitado un peso de encima. El plantón de Elena Catena nos estaba ya apremiando para encontrar sustituto y cada día se hacía más difícil dado el acortamiento del plazo. El acto es el 29 de este mes. Había empezado hasta sentir repelús a la presentación, pero ya la veo de manera más risueña.

Lunes, 7-02-2000

Hoy me he estado “bebiendo” el libro de Yuri Modin, Mis camaradas de Cambridge. Siempre me interesó mucho la peripecia de estos aristócratas británicos que trabajaban para el KGB. Durante mi estancia en Inglaterra del 53 al 55 leí mucho en la prensa sobre el intrigante asunto de la desaparición de Burgess y McLean, ocurrida en el 51.

Las izquierdas se unen. Ya era hora. El periódico informa de que PSOE e IU han cerrado sus listas conjuntas para el senado. ¿Será el comienzo de un reparto más racional de las fuerzas políticas? El bloque izquierda podría provocar una mayor cohesión entre la derecha, de tal modo que la barrera nacionalista perdiera altura.

Frío esta mañana en el Ateneo; se había estropeado la calefacción. J.L. andaba refunfuñando. Yo he hecho mi rato de trabajo y me parece que estoy en una senda muy llana para redondear mi Plan 67 o Escuela Normal. De pronto se me presentan soluciones narrativas a problemas que veía muy difíciles).

Martes, 8-02-2000

En la Asociación de Amigos de los Castillos, Emilio de Castro ha hablado de los escudos del coro de la Catedral de Barcelona, pertenecientes a los caballeros del Toisón de Oro que se reunieron allí en 1508. El gran maestre era Carlos I, figuraba Francisco I de Francia, Enrique VIII de Inglaterra… Impresionante. Pero Emilio se ha extendido tanto en la descripción de cada uno de los escudos que la gente se le ha empezado a salir. A la hora y media quedábamos ya menos de la mitad, el grupo de amigos casi entero. Entonces le ha hablado el presentador para que cortara y siguiera otro día, que han fijado. ¡Le quedaba otra mitad! De lo que calculo que el bueno de Emilio está poco ducho en esto de dar conferencias. De la manera más amable le hemos dado a entender que hay que “seleccionar” más.  

Miércoles, 9-02-2000

En la Galería de Retratos del Ateneo, a la vista de todo el que accede al vestíbulo, Pascual Meneu dormita. A esta hora de la mañana, las once, echa aquí una siesta. Tiene la cabeza doblada, como si tuviera el cuello quebrado. Este ya no es aquel Meneu que preguntaba con agresividad al final de cualquier conferencia. Ahora escucha callado y quizá echa una coscada. Su beligerancia se limita a llevar una bandera republicana bien llamativa en la solapa. Ahora traslada su cuerpo con dificultad y ni siquiera pide el ascensor que le ahorra los peldaños de la escalera de la biblioteca. Al regreso veo la zona Alcalá-Cedaceros taponada por coches policiales. Ha habido una manifestación estudiantil. En el metro vuelven algunos, chicas catorceañeras, felices y eufóricas de haber vivido una jornada de protesta y rebeldía. Frente al Ateneo hay un edificio de la ONCE, y aquí entran ciegos guiados por perros en prácticas. Hoy ha sido conmovedor como llevaba uno de estos perros a su dueño hasta la puerta. Aquel lo felicitaba: “Muy bien, muy bien; un perro muy majo”.

 Jueves, 10-02-2000

El País: “Los inmigrantes de El Ejido inician una huelga por los ataques racistas”. Y al pie de una foto, “Francia entrega al ex jefe de ETA Pakito”.

Tropel de jóvenes como de 16-17 años por el Paseo del Prado. Otras veces me tropiezo con grupos de niños. Son días de visitas culturales para ellos. A mí con mis pelos desmandados me miran con curiosidad. Yo los veo como explosiones de frescura y juventud.

Ayer empecé a leer el tomo 3º de La novela de un literato de Cansinos. Me encantan algunos capítulos. No es un diario, no son unas memorias, es una rara combinación de las dos cosas, y ahí creo que radica su acierto.

 Viernes, 11-02-2000

 En el subterráneo de la estación de Banco, un trompetista interpreta una melodía melancólica. Muy en consonancia con el día. Breve tertulia en la Galería de Retratos del Ateneo; después, la consabida tacita de Ribeiro. Ellos se van a comer, yo me vuelvo a casa; necesito echar una siesta. Me percato de cómo ha cuajado esta tertulia. Hay un buen ambiente, tolerante y bienhumorado. Hay conciencia de amistad y de pertenencia a un grupo. Constato también que ya no hay prevención a tomar decisiones, como gestionar algún acto en la secretaría del Ateneo. Hasta hace poco les faltaba seguridad y confianza a algunos miembros de la tertulia. El Gobierno sigue en entredicho por haber renunciado a seguir la petición de extradición de Pinochet, y ahora Garzón presiona al Gobierno. ¿Podrá el poder jurídico imponerse al ejecutivo? Este eterno enfrentamiento es siempre muy delicado. En El Ejido, sigue el conflicto, pero parece que sin la ultraderecha de los días pasados los trabajadores magrebíes de los invernaderos han ido a la huelga. El País se mete hoy con el alcalde Enciso, presentándole como un rico propietario, muy acostumbrado a usar la autoridad de su cargo y partidario de mantener a los inmigrantes “en su sitio”.

 Sábado, 12-02- 2000

Soy un auténtico animal de costumbres. A esta hora, las once de la noche no siento pereza de ponerme a escribir este diario, aunque es cuando me noto ya somnoliento y flojo.

En Diego de León, por la mañana, saludo atentísimo -como siempre- del lotero, este hombre tan pequeño de estatura y al que admiro por la valiente manera que tiene de ganarse la vida. Cada día tiene que patearse las aceras y los bares para sacarse la peseta. En la esquina de Velázquez con Diego de León un hombre joven y apuesto, de aspecto centroeuropeo, vendiendo La Farola. Ya hace días que lo veo ahí. Sin duda es alguien que en su país de origen ha tenido una educación y quizá un trabajo. ¿Dan más pena estos necesitados que los mendigos de verdad? Quizá sí. He ido al Ateneo. No hemos ido a la sierra; Ana está preparando unas conferencias. Sí que han ido Luis y Maribel, quienes nos llaman diciendo que están gozando de un tiempo espléndido. En El País leo: “El PSOE ofrece al PP un pacto para cerrar el proceso autonómico”. Imagino que la perspectiva de tal “cierre” echaría a temblar a los partidos nacionalistas, pues ¿Qué tendrían que hacer si se les acaba la reivindicación permanente? En el paso subterráneo de la Puerta de Alcalá sonaba hoy una melodía saltarina y dulce. Le he dado cien pesetas al pianolista y he visto que otro jubilado que se acercaba sacaba también su monedero. ¿Nos estaba pulsando el músico fibras sensibles? 

 Domingo, 13-02-2000

 Por la tarde he visto a Ramiro. Me habla de que conserva la colección de textos clásicos simplificados Araluce. En ella ha leído La Odisea, La Divina Comedia y hasta El Ramayana.

-¿No vas ya a La Cañada? -le pregunto.

-Sí, algunos días me doy una vuelta bajando hasta Francisco Silvela y subiendo luego hasta Pilar de Zaragoza, para llegar justo cuando está saliendo la tortilla de patatas; me la como calentita.

Son los pequeños grandes placeres de la edad tercera o como queramos llamarla.

Me habla de la gente de Nerja. Cree que no son buena gente. La verdad es que ha tenido allí conflictos en que parece que le ha perjudicado la transitoriedad de sus estancias en el pueblo. Ayer vi a Jesús Sánchez Maza en la calle, iba muy blanco. Le había dado una especie de desfallecimiento, me explicó su amigo y vecino Tino que le acompañaba. Le llamé hoy. Está mejor.

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