miércoles, 20 de diciembre de 2023

DIARIO DE UN ATENEÍSTA (10)

 

Viernes, 28-04-2000

Alberto Lleonard me recomienda no llevar cartera de mano: “el peso es malo para la espalda”. La salud es lo primero. Está alarmado por un dolor de muelas que ha tenido estos días. Habla vagamente de otras enfermedades que piensa que pueda tener. “No tenemos reservas a estas edades; ni físicas ni síquicas”. Creo que Alberto se pasa la vida temiendo. Luego me cuenta un chiste: “el trabajo es sagrado… ¡No lo toques!”

Hemos reanudado la Tertulia de Escritores. Pepe de la Madrid sugiere otra vez que hagamos cosas extravagantes, como llevar un sombrero canotié por la calle.

Me cuenta Daniel Naranjo que la Revolución de los Claveles le pilló en Lisboa y que la vivió con expectación y júbilo.

De Lisboa acaban de llegar Luis y Kirshten, su pareja. Luis escucha nuestras anécdotas y “boutades” y se ríe mucho. Escucha casi todo el tiempo. Es natural, le doblamos casi la edad.

Eduardo Valenzuela está muy cambiado. Llega a decir que “hay que luchar” en relación con la protesta que hablamos de presentar al Presidente del Ateneo. Pero la acción rápida no es para él. Aplaza para otra semana traerse el documento que guarda en casa y debatir cómo se va a formular la queja.

J.L. Suárez debe estar todavía de vacaciones en su Torrevieja. Y Paco Morón ha desaparecido. Ha hecho sin duda uno de sus típicos mutis que duran varias semanas. Cuando se presente vendrá con algún plan bajo el brazo. Y parece que no se ha borrado por fin del Ateneo. Ha debido convencerse que este medio de protesta le iba a hacer bien poco efecto al Presidente y a quien haya vetado la presentación de su libro en el Ateneo.

Sigo ocupado en mandar invitaciones para la presentación de mi libro. Ayer envié la mayoría de los sobres, y por teléfono “cacé” a José Mª Carrascal. El lunes o así haré varias llamadas más de este género. En la ocasión anterior me dio resultado esta “cacería”. Hay que moverse.

Eduardo nos ha revelado que no puede dormir sin un almohadón que se coloca sobre la frente. Se lo lleva en la maleta cuando se va de viaje.

El segundo Gobierno de Aznar. Cascos queda desplazado de Vicepresidente Primero a Ministro de Fomento. Rato continúa de Segundo -sorpresa- y Rajoy sube a Primero -sorpresa. El “manchado” Piqué es ascendido nada menos que a Ministro de Asuntos Exteriores. Y dos mujeres con antecedentes “rojos” obtienen sendos ministerios: Celia Villalobos, el de Sanidad y Pilar del Castillo, el de Educación. Todo parece muy centrista, pero los suspicaces no las tienen todas consigo. Ah, Anna Birulés. Que va a Ciencia y Tecnología fue en sus tiempos del PSUC. Y este ministerio, de nueva creación, hace pensar si por fin se va a hacer un esfuerzo para aprovechar los talentos científicos españoles y que no tengan que emigrar.

 Sábado, 29-04-2000

El nombramiento del nuevo Gobierno ha oscurecido bastante el titular del jueves: “El general Galindo, condenado a 71 años por el asesinato de Lasa y Zabala”. Seguramente la culpabilidad de este funcionario de la lucha antiterrorista está bien probada y la sentencia es justa, pero el desenlace no deja de ser patético. Detrás de él había una gran parte de la población que aprobaba sus éxitos y hasta sus métodos contra los terroristas. ¿Quién va a levantar las manos para defenderlo o justificarlo? Contados serán los casos. Así de solos se quedan a veces los que llegan a creerse intocables por un lado y amados por otro. Los amores del pueblo también matan.

Ha muerto Buero Vallejo. Hablé con él un par de veces en el Ateneo, del que era socio muy antiguo. Me dijo que en la transición los críticos habían intentado “enterrarlo”, pero que él se había rebelado para demostrar que su teatro estaba en plena vigencia. Conservo de él unas líneas de elogio a mi traducción de Ode to a Nightingale, que yo le había enviado desde Murcia.

Tercer día sin echar siesta. En su lugar tomo un café. Luego por la tarde me siento cansado. ¿Lograré habituarme? Sería la manera de dormir como es debido por las noches.

Desde hace unos días he empezado a percibir que, cuando menos uno se lo espera, la salud puede dar en quiebra, para desembocar en una crisis sin solución. Más o menos tenía conciencia de esto desde hace unos años, pero no con la evidencia de ahora. Y no estoy asustado, pero sí que me siento impedido a terminar proyectos y otros cabos sueltos.

 Lunes[, 1-05-2000

 Oigo una entrevista a los líderes sindicales con motivo del Primero de Mayo, esta mañana. El día ha amanecido oscuro y húmedo, muy parecido al de ayer, en que las nubes estuvieron todo el día agarradas a las cumbres y descargando una lluvia blanda por la mañana. Por la tarde se alzaron y dejaron ver la buena cantidad de nieve que hay todavía en las alturas. Por los alrededores vi flores blancas y amarillas, salteadas o en tapiz. Se oía jolgorio espeso de pájaros y, como contrafondo, el canto engañoso de la abubilla, que combina muy bien con estos chaparrones suaves. Se oía correr el río, y todavía ni un grillo. No lo harán estos hasta las primeras señales de calor. Se han venido con nosotros Fernando y Sandrine, y su gato, que tiene la discreta costumbre de esconderse y pasar desapercibido, lo que hace a su dueña estar buscándolo de cuando en cuando. Luis y Maribel estuvieron aquí también ayer y se quedaron a comer la gustosa paella que Ana nos preparó. A la noche subimos al pueblo, pasamos por la antigua fragua y el encargado nos explicó que hoy hincarían  los hombres en la plaza el tronco de un árbol, al que llaman “El Mayo”. También había antes la costumbre de “enramar” (no es exactamente la palabra) a las mozas, lo que consistía en colocar ramas en sus ventanas. Nos vamos hoy a mediodía, cuando dé señales de vida el nuevo albañil con que hemos contactado, un marroquí. La parcela está exuberante de plantas y flores, y Ana tiene ya cortada la hierba.

Bajando de Gascones oigo una algarabía de cencerros y lastimosos mugidos a mi espalda. Vienen al trote vacas y más vacas, quizá trescientas, azuzadas por jinetes y un motorista. Algunas se han echado a la carretera y yo apresuro el paso para que no me alcance el tropel. Pronto sin embargo veo que la manada ha sido encauzada por la franja de prado que corre a lo largo de la carretera.

-¿Adónde va tanta vaca? -pregunto al motorista.

-A la sierra.

-¿Una mañana de faena?

-No, si todo sale bien un par de horas.

Veo que también participa en la operación un jeep, y que el número de caballistas llega a la decena. Parecía una escena de película del Oeste .

 Martes, 2-05-2000

 Otro día de fiesta: el de la Comunidad de Madrid.

Emilio de Castro, a la hora del café en el Ateneo, me dice que tiene unos siete mil libros en cajas en un guardamuebles. Planea comprar un piso y acomodarlos allí. Al parecer no tiene intención de volverse a casar.

-Voy a vivir solo -me ha dicho.

Al regresar a casa me dice Ana que estamos citados para conocer a los padres de Maribel. El encuentro ha sido en casa de Maribel y Luis y todo ha transcurrido muy naturalmente, aunque precedido de un batacazo que se ha dado Ana en el portal de la casa -quizá los nervios-. Se ha hablado de los abusos de los albañiles y fontaneros, de la carestía de los pisos y de la milagrosa operación de cataratas que le acaban de hacer al padre de Maribel, que vestía una flamante chaqueta azul cruzada con botones dorados. Él es conductor de autobús y hace la línea de Somosaguas, pasando por chalets de personajes tan famosos como Felipe González y Ruiz Mateos.

Maripi, la amiga de infancia de Ana y sus hermanas ha muerto al parecer suicidada -su cuerpo ha aparecido en la playa de Zarauz, devuelto por el mar. Había convivido con Ana en Londres y era catedrática de inglés de Instituto. Siempre soñó en amar y que la amara un hombre. Me dice Ana que era extraordinariamente divertida, pero que desde edad temprana empezó a padecer trastornos mentales 

 Jueves, 4-05-2000

Ayer vi muy feliz a José Esteban, presentando en el Ateneo su último libro, El Madrid de la República. Los cinco años que van del 31 al 36 él los ve como un período dorado, sobre todo en lo cultural. En la misma sesión Francisco Gómez Porro presentó su libro -de la misma colección- La conquista de Madrid, en que exalta a los inmigrantes desclasados y pobres que durante siglos venían a buscar trabajo aquí. Previamente Luis Carandell había encomiado este libro y hecho una pequeña historia del “madrileñismo” como género literario, pero no puedo ocultar que no conocía bien el libro que se presentaba.

Muchos conocidos en este acto. Meliano Peraile, del Gijón, me animó a volver a la tertulia-comida de aquel café. Tengo que hacerlo aunque sea de cuando en cuando. Grato encuentro con Alfonso Martínez al que no veía desde hace un siglo. En este tiempo se ha consolidado como editor de manuales filosóficos y libros de teatro para los escolares.

Volvió J.L. Suárez. Esta mañana me saludó radiante en la biblioteca del Ateneo y luego tomamos café. Está relajado, no está de momento sufriendo por ninguna tropelía de la Junta, pero no creo que tarde mucho en calentarse.

En estos días ETA ha vuelto a ocupar los titulares, dejando al PNV con el culo al aire. Expone que este partido se había comprometido a apoyarla en acciones de inconstitucionalidad tendentes a lograr la soberanía del territorio vasco. Se lamenta de que el PNV no le haya seguido con todas sus consecuencias.

Volvieron las lluvias y yo soy esta tarde el único habitante de la casa. Ana se ha ido a Barcelona a presentar una comunicación; vuelve el sábado.

 Viernes, 5-05-2000

Titular de El País de hoy: “El virus I love you paraliza millones de ordenadores en todo el mundo”.

Otro titular: “La eurodiputada Rosa Díez abre la carrera por la secretaría general del PSOE”.

Y sigue causando gran impacto el programa Gran Hermano de Tele 5 en que se muestra la convivencia de un grupo de personas que habitan un espacio común enfocado todo el tiempo por las cámaras. Para unos espectadores es un espectáculo interesantísimo, para otros es denigrante.

Hablé con Moncho Alpuente que ha llegado de viaje. El miércoles estará en el centro Galileo media hora antes de la presentación de mi libro. Estuvo tan amable como siempre. Qué diferencia con personas mucho menos notables que juegan a hacerse inaccesibles.

Comí con Eduardo Valenzuela y Pepe Lamadrid. Estuvimos de acuerdo en seguir pidiendo explicaciones a la Junta del Ateneo por rechazar la presentación del libro de Paco Morón, quien está cumpliendo con su declaración de no querer  nada con la “Docta Casa”. 

 Sábado, 6-05-2000

Me tomé anoche un buen tazón de cereales y por la mañana me he levantado con más energía.

Ya tengo invitadas a la presentación del libro a casi todas las personas posibles. No hay nada como planificar con tiempo suficiente.

Ayer entregué en mano la invitación a Angelines Puebla -salía de casa en su coche. Se mostró encantada, pero me preguntó:

-¿Quién te lo publica?

Hay preguntas que matan.

A las doce de la noche llegó Ana de Barcelona. Se había demorado mucho la entrega de maletas .

 Domingo, 7-05-2000

El otro día Luis María Ansón en su “Canela fina” de La Razón, diferenciaba entre “nacionalistas” (un Pujol, p. ej.) y “nacionales” (constitucionalistas). Es verdad, la lengua tiene solucionada la diferencia entre unos y otros. Lo que pasa es que el término “nacionales” fue robado por los sublevados del 36 y se lo apropiaron en exclusiva. Pero tan “nacional” era Azaña u Ortega y Gasset como Franco. Yo hace mucho tiempo que quería dar nombre a los no nacionalistas y hasta llegué a inventarme el adjetivo “nacionistas”, que veo ahora bien claro que no es necesario.

Y hablando de nacionalistas, esta mañana otro asesinado de ETA. La víctima ha sido un periodista colaborador de El Mundo llamado López de la Calle. ETA sigue con su estrategia de debilitar el Estado lo más posible.

Luis y Maribel han estado aquí un buen rato y hemos hablado de “El gran hermano”, de Rosa Díez, la candidata a la Secretaría General del PSOE,  y de Inglaterra, pues es a Londres adonde se van de viaje de novios.

Fernando y Sandrine han venido también, pero sólo para dejar la ropa de invierno y llevarse la de verano.

Días largos. Pasadas las 9.30 era todavía de día.

Maribel y Luis le han traído a Ana un macetero por el Día de la Madre .


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