Lunes,
8-05-2000
Flórez
va a ir a la presentación de mi libro. Lo he notado quizá un poco, un pelín,
frío. No me extraña: no le he regalado libro, no le he invitado a participar en
la presentación, y la noticia le ha venido por otro lado.
En la Puerta del Sol y en muchos otros puntos de España, minuto de silencio por el asesinato de José Luis López de Lacalle. Arzálluz tan suficiente como siempre: “Que propongan los otros una alternativa al pacto de Lizarra”. Pero se le veía bastante contra las cuerdas. Aznar: “hay que ser demócrata antes que nacionalista”. Aquí hay gente que todavía se traga el cuento de que se pueden ser las dos cosas a un tiempo.
Llamó
Daniel desde Ibiza. Esta noche andan buscando a la perra que está en celo y se
les ha escapado. Llegan el miércoles a las tres.
Apresuradamente
me he preparado unas notas y le voy a llevar otras a Jaime. Con este doble
bagaje y con lo que aporte Moncho Alpuente, tenemos de sobra para salir del
paso. Pero los golpes dejan huella: primero fue la Elena Catena, luego José
Esteban y ahora esperemos que no falle también Moncho, aunque la verdad siempre
me ha demostrado ser una persona generosa y que cumple con los compromisos que
contrae.
A
las tres llegan al aeropuerto Daniel y Catina, que seguro me ayudarán a llevar
libros al acto y demás. Ana anda de clases, va a llevar el coche a lavar, a la
peluquería, etc. Mañana es la boda de Luis.
Me
llama Antonio Guillén: que no irá a la presentación porque no quiere perderse
la sesión de yoga, pues no ha asistido desde hace tres semanas. Bueno, si al
final se encuentra cansado y no le apetece el yoga pues a lo mejor viene a la
presentación… La verdad es que nunca sabes cuando, de repente, la gente muestra
el género de su vestimenta más interior.
Hoy
ha sido la boda de Luis, a la 1.30
-bueno, a las 2- en las dependencias municipales de Príncipe de Vergara. Se nos
ha unido Mª Victoria, y por parte de Maribel su entorno más íntimo también.
Luego una comida en el restaurante Apicio de la calle de Segovia, donde el
encuentro ha transcurrido con gran naturalidad. Fernando ha hecho un montón de
fotos -Sandrine también- y Daniel ha aportado durante la comida sus grandes
dotes de comunicador con la familia de Maribel. Mañana se van para Londres y,
desde allí, a la semana, se irán a Fuerteventura -otra semana-. Daniel y Catina
salen para Ibiza también mañana.
Yo
estoy como vapuleado. No me podía dormir. Los diferentes momentos de la
presentación del libro me venían una y otra vez a la mente. Supongo que le he
dado mucha importancia a su aparición pública, aunque sin prensa, sin medios de
comunicación delante no se avanza mucho. Por fin me dormí, pero antes de las
siete ya estaba despierto.
Hay silencios y omisiones que hablan. Rafael Flórez celebra la intervención de Jaime Valentí el miércoles, pero no se refiere a la de Moncho, que es quien desempeñó el papel más relevante. Ya había notado yo que este no era santo de su devoción.
He
querido ir esta tarde a Bellas Artes para darles las gracias a Flórez, a Pepe
Ibáñez y a Ramón García por su asistencia.
Por
cierto que éste último contó algo que se le había quedado grabado de un viaje a
Almería allá por el 51. El peluquero que le cortaba el pelo interrumpía su
faena para salir a la acera y hablar con este y con el otro. Me parece una
anécdota deliciosa, muy de Almería.
Ha
reaparecido en la Tertulia de Escritores Antonio Rizo. En París se ha visto con
algún viejo amigo, pero otros se han mostrado inaccesibles. Y se ha visto por
supuesto con Sergio, el diplomático de Cartagena, el incansable bebedor de
cerveza, ahora funcionario de la UNESCO, quien al parecer no se mueve del
contorno de tres o cuatro manzanas donde tiene su trabajo, su piso y su bar .
Mi problema es que aspiro a tener éxito rotundo con mis libros. No me conformo con ser conocido por una minoría de lectores. Rafael Hernández, por el contrario, no sufre las desazones y frustraciones que yo arrastro. Él se conforma con ser conocido en sus tertulias y otros ámbitos reducidos. No se plantea siquiera que algún medio de comunicación lo mencione y comente alguna obra suya.
Día
luminoso, cálido y largo. Ha terminado con ámbar sobre la sierra y con nubes de
fuego claro que luego se han hecho malva. Muchos incesantes silbidos de
pájaros, mezclados con el cri cri de los grillos. La laguna con manchas
pastosas de vegetación y reflejos verdes y grises. Y junto a la carretera croar
de ranas. Se ven todavía parches de nieve en las cimas y corren arroyos entre
los prados. El vivero de La Cabrera, muy animado, y en las casas de Las
Chaparritas y por los caminos, se veía gente. He pensado en la soledad y el
silencio de este paraje en todo el invierno.
Otra fiesta: San Isidro. Hemos ido por la mañana a la exposición de Nonell en Mafre, c/ General Perón. Para mí la mayoría de sus cuadros son muy oscuros y no distingo matices. Me gustan más sus dibujos y las pinturas más tardías en que aparecen colores más alegres.
Tenemos
un día de luz blanca y cálida de verano. Parece como si esta luz no fuera a
debilitarse con el curso de las horas.
Esta
mañana estuvo aquí Fernando, que había dejado a Sandrine en el aeropuerto. Se
complació en experimentar algunos de sus antiguos hábitos. Se sentó un rato
ante la tele y leyó echado sobre su cama. Estuvieron los dos con nosotros en
Villavieja (acompañados de la gata) el pasado fin de semana. Terminaron de podar
las arizónicas y pasearon por los alrededores.
Mi
paseo ayer por la mañana coincidió con diez o doce cigüeñas que planeaban
suavemente en círculos, como en un ceremonial. Se oía la abubilla y el silbo
guasón. Un par de vaqueros cruzaban azuzando un hato de vacas el camino de la
estación. Dos mujeres cabalgaban plácidamente y subían y bajaban ciclistas.
Retomé
El cuaderno gris de Pla, que unas veces parece diario y otras memorias.
Me ha interesado mucho el veraneo en Calella que describe. Se ve ahí al
costumbrista que quiso dejar constancia de lo que la gente hace, permaneciendo
sus propios sentimientos y cuitas y alegrías al margen. Pero tiene sin duda una
gran capacidad para la observación y la descripción.
En el Ateneo. J.L. Suárez aparece en la biblioteca con su paso sosegado y hace cerrar dos ventanas. Peinado viene a desahogarse conmigo:
-Que
le da corriente en la espalda. ¡Pues que se cambie de sitio!
Veo
a Tony haciendo fotocopias, a Felipe Alba hurgando papeles y a Arrillaga con su
cartera de profesor buscando el retiro de la sala Sta. Catalina. Me habla este de
su admiración por Neruda, y yo le cuento lo que me contó un profesor de
Cambridge que lo conoció: era muy retraído.
Por
la tarde he estado en la tertulia de Amadeo, donde Vicente remachaba a voz en
cuello sus afirmaciones tajantes, terminantes.
-¡La
Vanguardia es un gran periódico!
-Rodrigo
Rato se lee La Vanguardia.
-La
Razón es de Telefónica.
-Las
mafias son las que asignan los conciertos a los grandes cantantes de ópera.
Todo
el mundo con que hablo parece haberse pasado un buen rato en la presentación de
Paseo del Príncipe. Paco Reina y Jesús Sánchez Maza están entre estos.
De
vez en cuando me viene a la mente el consejo de Moncho Alpuente: debo escribir
más de Julio Karloff, del comodoro Johnson, de don Martín el Vago, etc.
“Villalonga se hace con el tercer portal de Internet en EEUU” (El País). Ayer algunos presagiaban la caída de Villalonga; hoy, lo ponen por las nubes. Otros sin embargo lamentan que haya pagado demasiado dinero. Y el fervor continúa en el País Vasco: “Euskal Herritarrok desafía al PNV con una nueva propuesta soberanista”.
Nunca
se me ocurrió que las antologías que he compuesto con Sánchez Maza podrían usarse
para estudiantes de español lengua materna, pero éste se ha enterado que una
profesora conocida suya les está sacando rendimiento en un grupo escolar. Vamos
a investigar bien esto por si pudiera constituir indicio de un nuevo mercado; y
además mucho mayor que el de extranjeros.
Jesús
S.M. ha adelgazado, se está conteniendo. Y como consecuencia el cuello de la
camisa le viene muy ancho. Los jueves se ve con su amigo Rey y entonces se
atraca. Por un día no pasa nada.
Me
ha traído para que se lo firme un ejemplar de Paseo del Príncipe. Lo
primero que me ha dicho es que no ha tenido tiempo de leerlo. Ja, ja. Ya sabía
yo que las crudezas de este libro le producen rechazo. Aunque si fueran de un
autor famoso…
Jesús
S.M. se ha comprado un nuevo ordenador, rapidísimo y potentísimo.
Jueves,
18-05-2000
Ramos me dice que él es un filósofo cristiano, lo que le hace ser minusvalorado por algunos filósofos progresistas. Esta tarde ha presentado su libro.
He
visto a J.L. Suárez muy modosito trabajando en su pupitre, pero he notado
indicios de que el volcán va por dentro. Y yo esos días me siento más a gusto
rehuyéndole.
Lo
que más molesta a un autor que presenta un libro es que se haga una pregunta
que no tiene nada que ver con éste. Es lo que hizo Jesús de Miguel en mi caso
-bueno, no fue una pregunta, fue una anécdota. Y menos mal que fue breve.
Me
manda Lupe desde Almería unas páginas periodísticas sobre un homenaje que se
está haciendo a Perceval, el fundador de los indalianos. ¿Cuántos homenajes se
han hecho ya sobre este grupo?
Caigo
en la cuenta de que muchos libros están programados para ser novedad en la
Feria del Libro de Junio. Los autores conocidos estarán en las casetas y mucha
gente comprará para que les firmen. Esto aparte de que la Feria del Libro tiene
una gran tradición en Madrid, con un público acostumbrado a curiosear por allí
y comprar.
Fernando
del Arco me ha pedido que prepare una conferencia sobre la terminología de la
heráldica. Todo surgió cuando yo expresé mi extrañeza porque a la parte
superior del escudo se la llamara “el jefe”. Ya estoy trabajando en el encargo
y, como siempre, está demostrado que para decir algo de sustancia hay que
echarle bien de horas de trabajo.
He
encarecido a Pepe Lamadrid y a Eduardo Valenzuela que solicitemos un acto cada
mes. Lo han aceptado. También he conseguido que nos repartamos la tarea. Yo me
encargaré de la relación con la Junta.
-Estás
desbordante últimamente -me ha comentado Pepe.
-Son
las vitaminas que estoy tomando.
Por
lo demás la tertulia ha dado un bajón evidente. Hoy de nuevo no hemos asistido
más que nosotros tres. Pero a mí lo que me alegra es ver a estos dos hombres
animados.
Luis
y Maribel están de vuelta de Londres. Vienen encantados. No conocían Londres, que además les ha acogido con sol y calor. Mañana se van para Fuerteventura,
segunda semana de su viaje de bodas.
Emilio
de Castro y Romero me dicen que me voy a enviciar, como ellos, en la heráldica.
No: yo tengo otras dedicaciones.
He
charlado un ratillo con Pepe Ibáñez en la cafetería. Estaba contento porque se
iba de toros esta tarde .
Sábado,
20-05-2000
(Villavieja)
En
la tele, fútbol; en la radio y en los periódicos, fútbol. Al Deportivo de La
Coruña, campeón de Liga, se le está elogiando como autor de una gesta épica.
En
la época franquista el fútbol era como un opio que se alentaba en la gente. Hoy
parece que desde los medios de comunicación oficiales y paraoficiales se le
jalea mucho más.
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