Domingo, 21-05-2000
Este
señor le vendió su casa al yerno -la que está enfrente de la nuestra-. Y el
nuevo dueño se ha hecho construir una tapia alta y se ha hecho colocar una
cancela gigantesca. Aquello parece ahora una prisión. No tenemos “química” con
estos vecinos; siempre hay tensión. Todo empezó cuando protestamos de que
ponían la radio -“radio olé”- demasiado alta.
A
lo largo de la reguera voy oyendo variedad de gorjeos. Me gustaría saber el
nombre de cada pájaro. La mañana está serena y de la sierra baja lentamente una
esponja de bruma. Al rato empezará a llover mansamente, con algún trueno
lejano. Las praderas están tupidas y pintadas por flores de distintos colores.
Algún grillo quiere entrometerse, pero no logra estropear el concierto de los
pájaros. Planea una cigüeña en dirección al río.
En
el periódico el gobierno vasco y el español se acusan mutuamente de ocultarse
información policial. Cada día se envenena más el conflicto vasco.
Lunes, 22-05-2000
Me dice Pepe Ibáñez en la cafetería del Ateneo que el que ya haya una plaza de toros cubierta como la de Vista Alegre es una amenaza para la enjundia de las corridas.
Pepe
se desayuna a las doce; no le entra más que un café por la mañana. Yo a las
doce me estoy tomando un segundo desayuno, que me gustaría cortar, por cierto,
pero es que si no, no llego a la hora de comer.
J.L.
Suárez me ha saludado muy cordialmente, y ya debe haberse dado cuenta de que
estoy firme en lo de tomar el café en el Ateneo. Él le ha declarado el boicot a
esta cafetería.
Vicente
Ramos está exultante con la presentación de su libro y, embalado, nos dice que
en éste ataca a los filósofos falsamente progres, quejándose además de que su
visión ortodoxa lo tiene mal para aparecer comentada en la prensa.
Leí
el sábado con mucho interés -como siempre- la columna de García Posada en el
suplemento Babelia del País. Expone allí que en la literatura española
se han venido dando “dos prosas”. Una es la de escribir como se habla, cuyo
ejemplo supremo sería Cervantes, y la otra consiste en escribir con artificio. Quevedo sería el paradigma clásico de esta segunda
manera. Yo admiro a preciosistas como Valle Inclán o Miró, pero nunca he
sentido el impulso de imitarles .
Tenía que ocurrir. La sostenida simpatía que me ha dispensado R durante varios años ha tenido hoy una quiebra.
-Como
tú eres amigo de la Junta… -me ha repetido.
Era
una descalificación. La Junta es para él -y también para mí, con alguna
excepción- una partida de pillos. Por si no estaba claro el significado
ha añadido:
-Yo
soy enemigo de la Junta y no me importa decirlo.
Encuentro
difícil enfadarme con R. Su afán de justicia es conmovedor, aunque a menudo
resulte incómodo.
La
verdad es que en la última quincena o así ya me encontraba a disgusto con
algunas explosiones de R. Y ahora, tomando el café en el Ateneo, me encuentro
más a gusto.
No
se presenta a reelección para Viceprimero Manuel Ballestero, el filósofo
marxista, a quien se atribuye la línea leninista y a veces ácrata de la Junta
en esta última etapa.
¡Qué
pérdida de tiempo es esto del ordenador! ¡Con lo simple que era el manejo de
una máquina de escribir! Pero ya no hay vuelta atrás. Todo lo que sea publicar
está montado sobre las posibilidades del ordenador.
Miércoles, 24-05-2000
En esta noche templada de mayo nos llega a través de las ventanas el estruendo de los cláxones de los coches celebrando que el Madrid ha ganado la copa de Europa en París. Yo no recuerdo tanto ruido y tan generalizado en esta ciudad, donde como no te encuentres en el sector donde ocurre algo fuera de lo normal no te enteras.
Fútbol
y más fútbol. Una histeria alentada por los medios de comunicación. Tengo para
mí que ni durante la dictadura se llegó a esta locura.
En el Ateneo, Pascual Meneu, candidato a vicepresidente primero en campaña electoral, usa su turno de palabra.
Domingo, 21-05-2000 (Villavieja-Madrid)
Me encuentro al Sr. Culebras caminando hacia Buitrago -yo vuelvo. El Sr. Culebras hace rehabilitación paseando. Se cayó de un andamio y ha estado muy enfermo.
Este
señor le vendió su casa al yerno -la que está enfrente de la nuestra. Y el
nuevo dueño se ha hecho construir una tapia alta y se ha hecho colocar una
cancela gigantesca. Aquello parece ahora una prisión. No tenemos “química” con
estos vecinos; siempre hay tensión. Todo empezó cuando protestamos de que
ponían la radio -“radio olé”- demasiado alta.
A
lo largo de la reguera voy oyendo variedad de gorjeos. Me gustaría saber el
nombre de cada pájaro. La mañana está serena y de la sierra baja lentamente una
esponja de bruma. Al rato empezará a llover mansamente, con algún trueno
lejano. Las praderas están tupidas y pintadas por flores de distintos colores.
Algún grillo quiere entrometerse, pero no logra estropear el concierto de los
pájaros. Planea una cigüeña en dirección al río.
En
el periódico el gobierno vasco y el español se acusan mutuamente de ocultarse
información policial. Cada día se envenena más el conflicto vasco .
Lunes, 22-05-2000
Me dice Pepe Ibáñez en la cafetería del Ateneo que el que ya haya una plaza de toros cubierta como la de Vista Alegre es una amenaza para la enjundia de las corridas.
Pepe
se desayuna a las doce; no le entra más que un café por la mañana. Yo a las
doce me estoy tomando un segundo desayuno, que me gustaría cortar, por cierto,
pero es que si no, no llego a la hora de comer.
R me ha saludado muy cordialmente, y ya debe haberse dado cuenta de que
estoy firme en lo de tomar el café en el Ateneo. Él le ha declarado el boicot a
esta cafetería.
Vicente
Ramos está exultante con la presentación de su libro y, embalado, nos dice que
en éste ataca a los filósofos falsamente progres, quejándose además de que su
visión ortodoxa lo tiene mal para aparecer comentada en la prensa.
Leí
el sábado con mucho interés -como siempre- la columna de García Posada en el
suplemento Babelia del País. Expone allí que en la literatura española
se han venido dando “dos prosas”. Una es la de escribir como se habla, cuyo
ejemplo supremo sería Cervantes, y la otra consiste en escribir con artificio. Quevedo sería el paradigma clásico de esta segunda
manera. Yo admiro a preciosistas como Valle Inclán o Miró, pero nunca he
sentido el impulso de imitarles .
Martes, 23-05-2000
Tenía que ocurrir. La sostenida simpatía que me ha dispensado J.L. Suárez durante varios años ha tenido hoy una quiebra.
-Como
tú eres amigo de la Junta… -me ha repetido.
Era
una descalificación. La Junta es para él -y también para mí, con alguna
excepción- una partida de pillos. Por si no estaba claro el significado
ha añadido:
-Yo
soy enemigo de la Junta y no me importa decirlo.
Encuentro
difícil enfadarme con R. Su afán de justicia es conmovedor, aunque a menudo
resulte incómodo.
La
verdad es que en la última quincena o así ya me encontraba a disgusto con
algunas explosiones de R. Y ahora, tomando el café en el Ateneo, me encuentro
más a gusto.
No
se presenta a reelección para Viceprimero Manuel Ballestero, el filósofo
marxista, a quien se atribuye la línea leninista y a veces ácrata de la Junta
en esta última etapa.
¡Qué
pérdida de tiempo es esto del ordenador! ¡Con lo simple que era el manejo de
una máquina de escribir! Pero ya no hay vuelta atrás. Todo lo que sea publicar
está montado sobre las posibilidades del ordenador
Miércoles, 24-05-2000
En esta noche templada de mayo nos llega a través de las ventanas el estruendo de los cláxones de los coches celebrando que el Madrid ha ganado la copa de Europa en París. Yo no recuerdo tanto ruido y tan generalizado en esta ciudad, donde como no te encuentres en el sector en que ocurre algo fuera de lo normal no te enteras.
Fútbol
y más fútbol. Una histeria alentada por los medios de comunicación. Tengo para
mí que ni durante la dictadura se llegó a esta locura.
En
el Ateneo Pascual Meneu usa su turno de candidato a vicepresidente primero en
campaña electoral. Le escuchamos cinco personas, lo que da idea de la atonía
que corre al cuerpo social del Ateneo. Con voz dolorida Meneu habla de la
brillantez de sus estudios y de su amor por la justicia. De aquí pasa a
rememorar a sus maestros, a D. José Gaos, “transterrado en Méjico”, de los
libros de éste y de sus ideas… Arturo le corta para pedirle que hable de su
programa. Y el bueno de Meneu accede para mencionar el problema de las goteras
y la necesidad de instalar un ascensor -el pobre apenas puede caminar. Y no se
olvida de expresar que el Ateneo debe volver a la gloria de sus viejos tiempos.
¿Sus funciones? Pues la más importante, sustituir al Presidente cuando esté
ausente -delirios de poder y figuración. Todo un tanto patético.
Un
recado telefónico de Paco Beltrán, mi amigo y compañero de estudios de hace
cincuenta y cinco años. Llega el viernes por la noche a Madrid y quiere que nos
veamos.
Jueves, 25-05-2000
Esta mañana hablé con Paco Beltrán, y en seguida empezó a preguntarme por la realidad de personajes de Paseo del Príncipe. Me había sospechado que su interés por verme se relacionaba con el libro. Fuimos compañeros en la academia “San Indalecio” (San Luis) y nos dieron clase don “Martín" (José) el Vago” y don “Ramón” (Miguel), si bien éste impartía su enseñanza en su propia habitación de capellán de un hospital.
Tengo
ya bastantes notas tomadas para la conferencia sobre el léxico de la Heráldica,
pero de momento me da la impresión de que hay poca sustancia. Habrá que
estrujarse el magín.
Sigue
el delirio futbolístico. Anoche hubo disturbios en la Plaza. de la Cibeles, con
bastantes heridos. Esta noche, pedorreo de cohetes.
Viernes, 26-05-2000
Antonio Rizo ha traído a Ramón Regueral a la Tertulia de Escritores. Llega arrollador. Como él salió de España en el 44, y no regresó hasta el ochenta y tantos, dispone de una perspectiva objetiva y no contaminada de la Dictadura. Los que hemos vivido aquí siempre estamos deformados. Valenzuela, Lamadrid y yo sacamos las uñas. Regueral habla sin parar y cuenta su trayectoria de agente secreto de la oposición republicana. La Gestapo tenía un centro, una sede, en una finca de las cercanías de Madrid y trabajó para localizarla. Huyó de España, estaban sobre su pista. En Francia corrió otras aventuras, pero aquí Antonio Rizo asalta mi atención -¿Por qué no se resigna a ser mero escucha?- y me habla en voz baja de las vicisitudes trágicas de miembros de su familia. El general (?) fue mandado fusilar por Cabanellas, al que había sido mandado a parlamentar,
Me enseña una foto en que aparece su madre, su hijo y su segunda mujer. En voz más baja me confía a continuación que en el año 29 parece ser que su padre había organizado un golpe contra el General Primo de Rivera. El golpe fue descubierto y el promotor fue desterrado a Canarias. A Antonio se le dijo posteriormente, a raíz de la muerte de su padre muchos años después en Méjico, que Martínez Barrios podía haber sido delator de la conspiración.
Cena
en “Las Lanzas” (anexo de “Mayte Comodoro”) con Rafael García y su mujer,
Guadalupe Aguado. Rafael está contento de haber dejado el puesto de Vicerrector
de Departamentos y Centros de la U. Complutense, entre los que es raro el que
no tiene algún enconado conflicto. Hablamos también de restaurantes, de comidas
-los conocen todos- de Asturias, de Santander, de nuestro común amigo Vicente
Santos, de pájaros y de plantas, y los animamos a pasar un fin de semana en “La
Porchada”. A mí me alegra oír a Rafael referirse a capítulos y escenas de mi Paseo
del Príncipe y hacerme preguntas. A él, como a tantos otros, le encantó la
intervención de Moncho Alpuente.
Domingo, 28-05-2000
La comida con Paco Beltrán y su mujer, Rita, nos ha dado a Ana y a mí motivo de muchos comentarios.
Paco
se ha expresado como un libro abierto sobre lo que han sido las líneas maestras
de su carrera.
Trabajó
con total entrega como urólogo en USA. Hizo mucho dinero y pudo retirarse a los
56 años. Hoy tiene propiedades en Florida y en Almería y ha dado carrera a
cinco hijos.
Su
gran entretenimiento hoy día, que comparte con su mujer, es navegar. Tiene un
barco en Almería y otro en Florida.
-Vivimos
mucho tiempo en el barco -dice Rita, no sé si totalmente convencida y de
acuerdo con ello.
Paco
dice que volvería a iniciar su vida como la inició; no lamenta nada. Yo le
arguyo que fuimos estudiantes “por libre”. Nos habría enriquecido y beneficiado
asistir a los cursos regulares de un Instituto, ser enseñados por catedráticos,
codearnos con otros chicos y chicas de nuestra edad… Esta carencia nos ha
tarado mucho. Él piensa que, al contrario, la pobreza, la falta de medios nos
obligó a superarnos.
Viste
Paco un elegante traje claro, de aspecto “colonial”, de rico indiano. Tiene ya
el pelo blanco y sus ojos, que despedían fuego -le llamaban El Brujo-
han perdido brillo.
Me
dice que llegamos a barajar el cometer algún delito -no de mucha monta- para
ser internados en una prisión, donde habríamos tenido asegurados techo y comida
y mucho tiempo para estudiar. Fue entre los quince y los dieciocho años cuando
se desarrolló nuestra amistad. Después nuestros caminos se separaron.
Me
cuenta que su vocación era la gramática, pero que por culpa de un tren que
llegó a Granada con dos horas de retraso, no pudo matricularse dentro de plazo.
Sí pudo hacerlo en Medicina, para la que quedaban aún dos días.
Tiene
una gran nostalgia de aquellas largas sesiones en que estudiábamos las
distintas asignaturas en su cuarto de estudio, y de las clases en la Academia
San Luis o con profesores particulares.
Me
confiesa que he influido mucho en él, pero no es muy explícito. Alude sólo a
que yo le transmití espíritu de rebeldía .
Martes, 30-05-2000
Parece que he cogido carrerilla con el artículo/ conferencia sobre la lengua de la Heráldica. Como de costumbre, prefiero quitarme de en medio estos trabajos que me ocupan un tiempo que deseo dedicar a escribir mis cosas.
R ha sacado un escrito sacando a relucir una serie de
hechos que demuestran que el Presidente del Ateneo ha seguido la línea de apertura de
que ahora, con las elecciones encima, hace gala. Lo malo es que introduce unos
cuantos descalificativos que evidencian su visceralidad y rebajan su razón, que
sin duda la tiene.
Paco
Beltrán -sigo pensando en él- vive a lo grande; “montando en el dólar”, y nunca
mejor explicado el dicho.
Su
voluntad era de hierro. Dependiente de una tienda de tejidos, llegaba a
estudiar de pie, detrás del mostrador, abriendo un cajón en el que tenía
guardado un libro de texto. Ya se había hecho unas horas de estudio antes de
salir para el trabajo, y se hacía otra sesión después de dar de mano. Era en
estos dos períodos extremos cuando yo le acompañaba.
Admiré
su tesón y su tremenda energía. Nunca me ha seducido sin embargo su ya temprano
e indeclinable afán de amasar dinero.
Firmó
tres años de mili como voluntario y se las arregló para que los destinaran a
Granada y disponer de tiempo para estudiar. Formidable.
Me
dice Ana que lo ve una persona egocéntrica, que sólo habla de sí, sin
interesarse en ningún momento por las cosas de los demás. Es verdad; no había
caído en esto. Mirando hacia atrás lo veo claro. Quizá ese blindaje suyo es el
que haya impedido que nuestro trato se cortara hace cincuenta años y que
nuestros pocos encuentros desde entonces hayan sido breves y casuales -menos
éste de hace unos días que parece responder a una acumulada nostalgia,
espoleada quizá por la lectura de mi Paseo del Príncipe Le escuchamos cinco personas, lo que da idea de la atonía
que corre al cuerpo social del Ateneo. Con voz dolorida Meneu habla de la
brillantez de sus estudios y de su amor por la justicia. De aquí pasa a
rememorar a sus maestros, a D. José Gaos, “transterrado en Méjico”, de los
libros de éste y de sus ideas… Arturo le corta para pedirle que hable de su
programa. Y el bueno de Meneu accede para mencionar el problema de las goteras
y la necesidad de instalar un ascensor -el pobre apenas puede caminar. Y no se
olvida de expresar que el Ateneo debe volver a la gloria de sus viejos tiempos.
¿Sus funciones? Pues la más importante, sustituir al Presidente cuando esté
ausente -delirios de poder y figuración. Todo un tanto patético.
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