sábado, 9 de diciembre de 2023

DIARIO DE UN ATENEÍSTA (7)

 Jueves, 24-02-2000

José Luis Cano tiene cerca de ochenta años cuando está escribiendo su Diario de un poeta desmemoriado. En esas páginas se ve su preocupación por la pérdida de la memoria, dolencia propia de la senilidad, como les sucedió a su amigos Gabriel Celaya y Dámaso Alonso. Es un diario  que sólo abarca el año 91, y es directo, sencillo y sincero; me está encantando. Me hace pensar que un buen diario es aquel que se ocupa de una peripecia, de una travesía concreta de su autor. En este caso, el período final de una vida que el interesado vislumbra y teme.

He escuchado por la tarde en el Ateneo a Kalikatres. Hablaba sobre “Aventuras y desventuras de esas en los años cincuenta”. Ha recordado la represión sexual de la posguerra, en que la mujer estaba educada para ser heroicamente virtuosa. Ha hablado de las casas de prostitución y de la persecución de toda manifestación de contacto amoroso en público. Pero la mayor parte de su exposición ha versado sobre los hábitos sexuales de distintos animales, de los que el hombre es uno más. Kalikatres habla todavía por la herida de un joven de la posguerra que sufrió las consecuencias de la moral de confesionario imperante. Luego me he metido en el Salón de Actos, donde la gente preguntaba a Landero, Mateo Díez y otros. Sólo he permanecido unos diez minutos. Díez dice que la novela se escribe “desde la novela”; es decir desde ese ámbito imaginativo que forja el autor. Desde allí la historia sale con una necesidad propia, convirtiéndose el autor en una especie de intermediario. Yo lo digo de otra manera: la novela es genuina cuando los personajes viven su vida, no la que puede imponer el autor.

 

Sábado, 26-02-2000 

 No me gusta hablar de enfermedades ni de medicinas, pero como ahora me junto mucho con gente de mi edad, no puedo evitarlo -por lo menos oírlo-. Antonio Rizo se quejaba en la tertulia de dolor de tripas y todos le sugeríamos remedios. Terminó por pasarse por la farmacia y ya a media comida en el restaurante La Puebla sonreía y hasta trasegaba un vaso de vino. Fuimos sólo cuatro comensales ayer: Pepe de la Madrid, Eduardo Valenzuela, Antonio y yo. Como Antonio estaba algo bajo de energía, la conversación fue muy repartida y sosegada. Paco Morón se halla en su pueblo presentando su libro. Gran día de satisfacciones para él. La pareja alemana no apareció y yo me permití dar a conocer que no me va el beaterio a los extranjeros, y que me da repelús cuando oigo a alguien que nos presenta ante ellos como maravillosos. ¿Resabios de mis experiencias como guía de turismo? No creo. Que si tenéis que conocer el Madrid de los Austrias, ir a Andalucía, ir a las fallas de Valencia, comer arroz al caldero… Vale, vale, dejadles que vayan descubriendo por sí mismos. No agobiadles con tantas grandezas. Fue un viernes de poca producción literaria para mí; más bien ninguna. Aparte de que estoy atrancado en el tramo final de mi “Plan 67”, echamos la tarde-noche en casa de Manoli -la compañera de Ana- y su marido. Tiene un niño de un año y viven en un piso muy inteligentemente rehabilitado de Sáinz de Baranda. Nos animaron a viajar con ellos a la zona de Almadén y Alamillo, el pueblo de ella. Él, médico, es cauto respecto a los avances que se hacen sobre la aplicación del láser en la terapia de los ojos. Los dos tienen una gran facilidad comunicativa y no dan muestras de la menor presunción ni chabacanería. Aquí en Villavieja hoy hace bochorno. He visto la primera lagartija y aparecen algunos árboles blanqueados de flores. Una bandada de cuervos se mecía en el aire y se partía en dos. Se posaba en tierra y al acercarme yo se alzaba para acomodarse al otro lado de la carretera. La laguna de Gascones con una superficie pastosa y reflejos grises y verdosos. Ah, la semana pasada vimos la primera cigüeña. Nieve apenas queda en las cumbres y el valle está bastante seco. Robinson me dice que en la barriada de Las Cabezas todo está ya atado para empezar a urbanizar. Veremos mañana lo que se acuerda en la reunión a la que estamos convocados (S, 26-2).

 Domingo, 27-02-2000

 Por el reciente y doble asesinato de ETA hubo ayer manifestación en Vitoria, pero en dos bloques. En uno el PNV pedía paz a ETA, en el otro los partidos constitucionalistas clamaban ETA no y ETA fuera. Se extiende la percepción de que el deber del Gobierno Vasco es estar del lado de los constitucionalistas, pero es que es como pedirle al PNV que no sea nacionalista. El aprieto es grande, porque ¿qué es más importante para Arzalluz y sus muchachos, la pretendida nación vasca o el Estado español? El embrollo no es menor: el PNV, que aspira a separar el País Vasco, ha llegado al poder participando en elecciones con partidos que se sienten plenamente españoles.

¿Puede un discurso de cinco minutos ser una obra maestra de oratoria política? Yo contesto afirmativamente cuando pienso en las palabras del Sr. Alcalde de Villavieja esta mañana: “Quiero significar ante todo -porque estamos en período de elecciones- que yo no pertenezco a ningún partido político y por lo tanto no voy a pedirles el voto para nadie… El arreglo urbanístico que se les propone es bueno para ustedes y para Villavieja… Les vamos a apoyar en todo porque a ustedes los consideramos vecinos del pueblo, como los que vivimos en él…”

Estábamos los vecinos de Las Chaparritas en un salón del Ayuntamiento. Después un arquitecto nos ha expuesto con claras palabras que podemos tener agua, alcantarillado, etc., si estamos dispuestos a ceder, a recortar de nuestras parcelas donde haga falta, bien entendido que se nos recompensará por las cesiones. La gente en general parece que ha salido satisfecha. Ahora se echa encima un período de lenta gestión burocrática y de ir soltando dinero… Nos hemos venido después de comer, dejando allá un día de calor primaveral. Bueno, como aquí en Madrid.

 Lunes, 28-02-2000

     No estoy nervioso por la presentación mañana de mi Paseo del Príncipe en la Facultad de Educación, pero sí que estoy preocupado porque todo salga bien. Ya no se alzan las antiguas emociones. ¿Vendrá un redactor de La Gaceta Complutense? Eso es lo que me preocupa. Almaraz me ha prometido que avisaba a uno. Almaraz vive muy intensamente su puesto de Director del Colegio Mayor Cisneros y algún otro cargo.

-Hoy mismo voy a ver al Rector y entonces sabré si irá al acto.

-Estupendo.

-Al Sr. Rector le gusta acudir a estos acontecimientos.

-Estaría muy bien que viniera.

-Acaba de llegar del Ecuador, del Perú, de Colombia…

Por la mañana en la Nacional he estado leyendo Los cuadernos de Adrián Dale de José Luis Cano. Llega García Lorca a Málaga y Emilio Prados le presenta a un grupo de poetas jóvenes. Cano tiene entonces 18 o 19 años. Hay fotos, y por estas y la manera pazguata de comportarse no me merecen mucha consideración. Yo creo que en aquel contexto los habría visto como unos “niños pijos”. Las memorias de Adrián Dale (J.L. Cano) recogen la peripecia poética del autor mayormente, con un lenguaje luminoso y de acentos líricos. No da pormenores de su crianza, familia, etc. En ello difiere palpablemente de Moreno Villa .

 Martes, 29-02-2000

Casi todas las personas a las que yo había llamado -profesores- han estado en la presentación de mi libro, Paseo del Príncipe. Profesores, con la excepción de Pepe Boñar. Había treinta y tantas personas y una multitud de asientos vacíos. Era en el Aula Magna, ¿por qué? En su despacho la Decana se quejaba de que no le han dado las cosas hechas. Oquendo me decía que estaba ocultando la verdad. Sostenía que ella les había arrebatado la organización del acto a los del “Foro Pablo Montesino”, afirmando que se encargaría de todo. Rencillas, rivalidades, disputas de poder… Al pedirle ella su asistencia al Rector ayer, este se habría negado alegando que no se le había proporcionado un ejemplar del libro. No se le habría ocurrido esto a Dª Carmen y, en vez de reconocerlo, habría descargado contra sus colaboradores. En fin, son conjeturas. Lo importante es que el acto salió adelante con dignidad.

Elvira muy prolija, con una lente sociológica y comparando mucho “Almegía” con San Sebastián, y Oquendo más suelto, más metido en el arte de la novela y en el conocimiento de la literatura en general. Ana y Mª Vic han estado muy pendientes de la exposición y venta de los libros, lo que ha dado resultados.

 Jueves, 2-03-2000

Jubilado y rozando ya los setenta he tenido esta mañana la misma sensación de lucha y urgencia que cuando me afanaba por sobrevivir por situarme en Madrid hace casi medio siglo. A las 9.30 de la mañana cogía un taxi para llegar al Colegio Mayor Cisneros y entregar la crónica de la presentación de mi libro a Jesús Almaraz, que está en la redacción de La Gaceta Complutense. Tenía que ser lo antes posible, para que no pierda actualidad.

Ya en el Ateneo he rellenado mi ficha de libro y he preguntado a Peinado:

-¿Qué fecha es hoy?

-¿Qué más da? Todos los días son iguales.

Formidable respuesta. Propia de un hombre feliz, supongo, aunque él sería el último en reconocerlo.

Allí he visto a Juan Calle, a Tony Elliot y a J.L. Suárez; tres que “viven” en el Ateneo.

Y ayer me encontré con Pepe Pau. Madre, qué estropeado y ajado está. Tiene ochenta años, pero otros están bastante más enteros. Como siempre, se lamentó de que ya no encuentra aquellos amigos que tenía en el Ateneo (hace cuarenta años) y que ya no hay aquel grato ambiente. Y como siempre, me preguntó:

-Oye, ¿tú sabes algo de Mafiote?

Le repetí que hace ocho, siete años -en este diario debe constar- lo visité en Santa Cruz de Tenerife.

-Pero ¿tú sabes cómo está?

Le animé a que tratara de hacer averiguaciones por algún amigo de allí, como procedimiento más prudente. Pero me parece que no lo hará.

Ayer estuve pensando en Julia María que el martes asistió a la presentación de mi libro; siempre tan atenta y agradable. Ya me he acostumbrado a verla en esta fase plácida de la vida, aunque me resulta difícil percatarme que tiene ochenta años -eso me han dicho. En ella me inspiro para un personaje de la novela que estoy escribiendo, Plan 67, pero es a aquella Julia María Díaz, la que en la plenitud de su vida ejercía de directora de la Escuela Normal de Guadalajara. No obstante, en algunos momentos, tenía la sensación de estar viendo a mi personaje como escapado de la novela. Y siguiendo con mi brega, mi tardía brega por meter cabeza en el cotarro literario, esta tarde, a golpe de taxi y llegando con una hora de retraso, iré a la mesa redonda sobre las novelas de Josefina Aldecoa; no quiero desperdiciar la ocasión de cambiar un saludo con Pepe Esteban. Sigo pensando que estaría muy indicado para participar en la próxima presentación de mi Paseo del Príncipe.

Viernes, 3-03-2000

Pinochet ya está en Chile. Por motivos de salud, alega el gobierno británico, no puede ser juzgado ni extraditado a España. La petición de extradición por parte del juez Garzón fue una patata caliente que no han querido coger ni Aznar ni Blair. Ambos se la han pasado al Gobierno de Chile, que tendrá que hacerse cuestión de los crímenes de este dictador. Hoy en la Tertulia de Escritores Antonio Rizo se exaltaba y condenaba al paredón a los falangistas. Lo que le pone fuera de sí es que siendo antidemócratas puedan formar partido político. La ira y la exaltación de Antonio me suenan como las que hicieron presa de ambos bandos en la Guerra Civil. La voy de Antonio me recuerda tiempos de odio violento. Quiero creer que pone algo de teatro en sus diatribas. En cualquier caso él ha pasado su infancia y su juventud fuera de España. No ha crecido bajo el yugo franquista y por tanto no tuvo que aguantar humillaciones y renuncias, aunque como exiliado lo haya pasado muy mal en otros aspectos. Morón ha presentado su Puerta Ojival en San Vicente de Alcántara, su pueblo, en olor de multitud. Dice que lleva vendidos unos cuatrocientos cincuenta ejemplares. Yo me inclino a dividir esta cifra por dos quizá no sería muy desacertado dividirla por tres .

 Sábado, 4-03-2000  

 Si no apareces en la prensa no existes. Esto es lo que trato de hacer ver a Paco Rodríguez Oquendo, para que urja a Almaraz, con quien no las tengo todas conmigo. ¿Se interesará de verdad por insertar la crónica sobre la presentación de Paseo del Príncipe en la Gaceta Complutense? ¿Ha prometido más de lo que puede cumplir? 

Estuve repasando las cartas enviadas a editores y agencias literarias, acompañando a mi Historia de Guerra y Posguerra. Unos la han rechazado, otros no han contestado ni ya es probable que contesten, y tres dicen que la van a leer… No estoy nada optimista; empiezo a ver delante de mí un panorama desolador. No soy comercial; mi literatura no debe ajustarse a la demanda del público. No soy una buena inversión. Me asalta la sospecha y el temor de que ya no voy a poder romper el hielo del anonimato.


No hay comentarios:

Publicar un comentario