Qué caso tan
extraordinario es el de Manuel Valls. De muchacho se desarraigó de Barcelona,
su ciudad natal, y se asentó con sus padres en Francia, donde se formó y
desarrolló su vocación de político, llegando a ser Primer Ministro. Y ahora
regresa a Barcelona, donde desea residir y ser candidato a su alcaldía, en las
próximas elecciones municipales. Algunos dirán que es el clásico político
ansioso de poder y de figurar. Otros, sin embargo, lo considerarán un “animal
político” de primera magnitud y un recio luchador, con una gran pasión por la cosa
pública. Las dos calificaciones podrían también atribuirsele, ¿por qué no?
jueves, 27 de septiembre de 2018
martes, 25 de septiembre de 2018
DELGADO/MARLASCA
Una de las
noticias más aireadas del día procede de una grabación del pasado, hoy sacada a la luz
pública. Allí se oye a la actual Ministra de
Justicia Sra. Delgado, llamar “maricón” al juez Marlasca, el actual Ministro del
Interior. La ministra ha dado ya más de una explicación exculpatoria,
contradiciéndose, proporcionando así fácil sustancia crítica a sus oponentes políticos
y a los medios de comunicación. ¿Debe dimitir por mentirosa? Los primeros lo
exigen, los segundos parecen divididos. Mientras tanto los dos protagonistas se
han encontrado, y en una foto aparecen dándose el más espontáneo y cariñoso de
los saludos, como es propio de dos grandes amigos, en un claro “pelillos a
la mar” que, en buena ley, deja sin combustible a los incendiarios.
domingo, 23 de septiembre de 2018
ENCUENTRO
Ayer, a la puerta del mismo organismo, me vuelvo a encontrar con mi admirado periodista, y
le hablo, entendiendo que me reconoce, ya que no es la primera vez que le
abordo.
-Buenos días.
-Buenos días.
-Todos los días escucho su intervención por la radio. .
-Muchas gracias.
-Quiero decirle que admiro su sagacidad.
Un brillo de complacencia le aparece en los ojos.
-Muchas gracias.
-También me gusta su concisión y su independencia.
Otro relámpago ocular, y otra vez:
-Muchas gracias Y me da la mano y
reanudamos cada uno su marcha.
Y yo al rato empiezo a sentirme bastante imbécil.
Y yo al rato empiezo a sentirme bastante imbécil.
miércoles, 12 de septiembre de 2018
CARMEN MONTÓN
Qué bien se ha explicado
ante las cámaras la ex ministra de Sanidad, Carmen Montón. Primero, sosteniendo
la absoluta legitimidad de su máster por la Universidad Rey Juan Carlos.
Después, anunciando su dimisión.
Con qué serenidad miraba a las cámaras, con qué propiedad
argumentaba, intercalando significativas pausas y desgranando precisas
palabras. Ella era inocente, no había cometido ninguna irregularidad, su máster
era absolutamente fiable, y a los periodistas dejaba ver su trabajo de fin de
curso. En ningún momento perdió la compostura, siempre usó la palabra justa,
con el gesto comedido, la pausa oportuna, la mirada sufrida, cuando ya era
sabido que su trabajo de fin de curso estaba en parte fusilado. Qué gran actriz
se ha perdido la escena española. En ella puede que fuera apoteósico su triunfo
y, lástima quizá, que se volcara a la política, aunque sería injusto no
reconocerle señalados méritos, como la recuperación de la sanidad universal.
viernes, 7 de septiembre de 2018
LA SONRISA DE TORRA
A través de las fotos de las últimas semanas se evidencia que el Sr. Torra despliega dos tipos de sonrisa. Una, la que le aflora cuando se reúne con los suyos, notablemente con Puigdemont. La otra, cuando trata con políticos constitucionalistas. La segunda es una casi circunferencia, un arco tendido y tenso en que las comisuras están firmemente apretadas, esforzándose por reprimir toda simpatía o antipatía. La primera es una sonrisa abierta, de simpatía, de comunicación, aunque nunca llega a la espontaneidad que hoy le contrapone el ministro Grande-Marlasca en la portada de El País.
domingo, 2 de septiembre de 2018
ENGAÑIFLA
Se acerca el día a su
mitad y ya aparece a la puerta de los restaurantes el menú del día. Tiene éxito
esta oferta de los restaurantes económicos. Se ve que hay una gran demanda,
para aprovechar el intervalo de descanso entre la mañana y la tarde. Incluso
por motivos de comodidad nos viene bien el menú económico a los que estamos
jubilados, a los turistas y a los visitantes del extrarradio. No me considero
un gastrónomo ni nada parecido, pero tengo una querencia a fijarme en los menús
anunciados que encuentro a mi paso. De
esta observación, y de mi propia experiencia de vez en cuando, esto llegando a la conclusión de que la calidad de
la comida ha dado un gran bajón. Es raro encontrar un plato propiamente
cocinado. Se nota que ni siquiera proceden de una cocina propiamente dicha. El
microondas se ha convertido en el instrumento predominante para preparar los
platos. Las legumbres brillan descaradamente por su ausencia. Las salsas de
bote y la nata dan gusto a alimentos descongelados o “desfrascados”. La fruta
como postre desaparece a marchas forzadas para ser sustituida por helados,
sorbetes y cremas. Yo no digo que la “cocina casera” sea perfecta, seguramente
podría admitir puntuales mejoras, pero lo que me encrespa es que ese nombre, o
el de “cocina mediterránea”, sea usurpado por platos de comida rápida y de
engañifla.
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